La cosecha mostraría un avance de alrededor de un 40% en la región

Técnicos de la Eeaoc consideraron que cabe esperar una reducción de entre 150.000 toneladas y 200.000 toneladas, respecto de lo estimado en marzo. Esto llevaría a una producción citrícola regional de poco más de 1,4 millón de toneladas.

DATO. Respecto de 2022, se erradicaron 6.000 ha, y otras 8.000 se manejaron limitadamente o se abandonaron. la gaceta / archivo DATO. Respecto de 2022, se erradicaron 6.000 ha, y otras 8.000 se manejaron limitadamente o se abandonaron. la gaceta / archivo
24 Junio 2023

La campaña citrícola 2023 sigue a todo ritmo en la región del Noroeste Argentino (NOA). Luego de un inicio con diversas interrupciones, debido a cuestiones gremiales y meteorológicas, la cosecha avanza firme. Hace casi dos meses se informó por esta vía que se esperaba una reducción mayor a un 20%, respecto de la producción del año anterior. La erradicación de casi 6.000 hectáreas, más el manejo limitado -y, en algunos casos, directamente abandono- en 8.000 hectáreas aproximadamente, por la falta de recursos -consecuencia de los malos resultados de la campaña anterior- y de las condiciones meteorológicas adversas durante la primavera y verano serían los principales motivos de esta reducción. Asimismo, en aquella ocasión también advertimos que las condiciones ambientales del otoño jugarían un rol muy importante en la evolución de la fruta durante los meses subsiguientes.

En esta ocasión, técnicos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) relevaron, mediante consultas y observaciones, quintas pertenecientes a diferentes empresas del medio para conocer el grado de avance de la cosecha y su relación con la producción estimada originalmente. Así lo contó Hernán Salas, coordinador del programa Citrus y director Asistente de la entidad agrocientífica.

“Luego de una larga espera, recién a fines de marzo comenzaron a registrarse algunas precipitaciones, que fueron acompañadas parcialmente también de días con temperaturas adecuadas para el crecimiento de la fruta. No obstante, estas lluvias no lograron compensar el déficit arrastrado; y los volúmenes totales durante el otoño fueron significativamente inferiores a la media de esta estación”, señaló. Añadió que esto permitió que los calibres comenzaran de nuevo a evolucionar favorablemente. Sin embargo, dejó en claro que el retraso, en líneas generales, del tamaño de la fruta ya era una situación muy marcada. Con ese impulso se inició la cosecha y comparativamente, la generalidad de la fruta cosechada tuvo un calibre menor a la misma fecha de otros años, según Dardo Figueroa y Nelson Aranda de la sección Fruticultura.

De acuerdo a la información relevada, la cosecha mostraría un avance cercano a un 40%, sobre la fruta de mayor calibre disponible a ese momento. Los destinos de exportación más frecuentes fueron Rusia, Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea. Durante la semana pasada se produjeron las primeras heladas en la región que, aunque no fueron severas, cabe esperar una leve evolución de los calibres. Las empresas que participan del trabajo anticiparon que observan una reducción en los valores estimados originalmente que varían entre un 5% y un 20%, quedando en las plantas la fruta de menor calibre en la mayoría de los casos. En aquellos casos, donde predominan las plantaciones jóvenes, afirmaron que los volúmenes serán similares a los calculados en marzo.

En función de esta información podríamos inferir que, por el momento, se espera una reducción de un 8% sobre lo estimado originalmente. Por otro lado, los estudios sobre la distribución etárea de las plantaciones de la región contemplan 8.000 hectáreas de más de 20 años (un 20% de la superficie) que recibieron un manejo inadecuado (por los malos resultados anteriores) y presentan un bajo nivel productivo. Estas probablemente quedarán para el final y su cosecha será motivo de un preciso análisis en virtud de los elevados costos de cosecha y logística, lo que podrá afectar en algún modo el volumen final de cosecha.

Bajo este análisis cabe esperar una reducción de entre 150.000 toneladas y 200.000 toneladas, respecto de lo estimado en marzo, lo que llevaría a una producción regional de poco más de 1,4 millón de toneladas.

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