MADRID, España-.- El cofundador de OceanGate Expeditions, propietaria del sumergible que implosionó durante una inmersión para ver los restos del Titanic, defendió el compromiso de su presidente ejecutivo con la seguridad y la gestión de riesgos después de que muriera junto a otras cuatro personas en la nave.
Guillermo Söhnlein, el argentino que cofundó OceanGate con Stockton Rush en 2009, dejó la empresa en 2013 y retuvo una participación minoritaria. Rush piloteaba el sumergible Titán en el viaje que comenzó el domingo. Los restos de la embarcación fueron encontrados el jueves.
“Stockton era uno de los gestores de riesgos más astutos que he conocido. Era muy reacio a los riesgos. Estaba muy consciente de los riesgos de operar en el entorno del océano profundo y muy comprometido con la seguridad”, dijo Söhnlein a Reuters.
Las preguntas sobre la seguridad de Titán surgieron en 2018 durante un simposio de expertos de la industria sumergible y en una demanda del ex jefe de operaciones marinas de OceanGate, que se resolvió más tarde ese año. Este incidente ha provocado más debates tras conocerse la tragedia.
“Creo que cada innovación que tomó (...) estaba orientada hacia dos objetivos: uno, expandir la capacidad de la humanidad para explorar las profundidades del océano. Y segundo, hacerlo de la manera más segura posible”, dijo en una entrevista en video desde su casa en Barcelona.
Söhnlein dijo que confiaba completamente en Rush, aunque no siempre estaban “de acuerdo con las cosas”.
OceanGate no ha respondido a las consultas de los expertos de la industria sobre su decisión de renunciar a la certificación de terceros de la industria, como American Bureau of Shipping o la empresa europea DNV.
“Existe esta tendencia en la comunidad de equiparar la clasificación con la seguridad. Si bien ese podría ser el caso, no significa que no pueda estar seguro sin clasificación”, dijo, y agregó que las personas deben esperar un informe oficial que analice el incidente en lugar de especular.
“Habrá un momento (para hacer evaluaciones), y no creo que ahora sea el momento adecuado para hacerlo”, dijo.
A pesar de la tragedia, sostuvo que continuar con la exploración de aguas profundas era vital para la humanidad y que era la mejor manera de honrar a los que murieron en el sumergible.
“Averigüemos qué salió mal, aprendamos algunas lecciones y volvamos a bajar”, señaló.
Sobre la seguridad del diseño del sumergible también tuvo algo que decir el director de cine y fabricante de submarinos James Cameron. El director de la multipremiada película “Titanic”, que descendió más de 30 veces hasta el sitio del naufragio, declaró que ojalá hubiera dado antes la voz de alarma sobre la cápsula, y afirmó que el diseño del casco le había parecido arriesgado.
Cameron se convirtió en explorador de las profundidades marinas en los años 90, mientras investigaba y rodaba la superproducción “Titanic”.
Es copropietario de Triton Submarines, que fabrica submarinos para investigación y turismo. Forma parte de la pequeña y unida comunidad de los submarinos, o industria de los vehículos submarinos tripulados (MUV).
Cuando se enteró, como muchos otros en el sector, de que OceanGate Inc estaba fabricando un submarino para aguas profundas con un casco compuesto de fibra de carbono y titanio, Cameron se mostró escéptico.
“Me pareció una idea horrible. Ojalá me hubiera pronunciado, pero supuse que alguien era más listo que yo. Nunca experimenté con esa tecnología, pero simplemente sonaba mal a primera vista”, dijo Cameron en una entrevista.
Aún no se ha determinado la causa de la implosión del Titán, pero Cameron apunta a las advertencias de los críticos, acerca de que un casco de fibra de carbono y titanio permitiría la delaminación y la entrada microscópica de agua, lo que provocaría un fallo progresivo con el tiempo.
La Guardia Costera de Estados Unidos dijo que el submarino parece haber implosionado en su expedición al fondo del Atlántico Norte, pero una investigación concluyente llevará tiempo.
Un sistema secreto de detección acústica de la Marina estadounidense registró “una anomalía consistente con una implosión o explosión en las inmediaciones generales de donde operaba el Titán cuando se perdieron las comunicaciones”, dijo la Marina al “Wall Street Journal”.
Cameron afirmó que sus fuentes habían facilitado información similar y que sabía que el submarino se había perdido desde el principio de la dura experiencia de cuatro días. “En menos de una hora nos confirmaron que se había producido un fuerte estruendo al mismo tiempo que se perdían las comunicaciones con el submarino. Un fuerte golpe en el hidrófono. Pérdida del transpondedor. Pérdida de comunicaciones. Yo sabía lo que había pasado. El submarino implosionó”, dijo Cameron. El lunes dijo a sus colegas en un correo electrónico: “Hemos perdido a algunos amigos” y “Ahora mismo está en el fondo hecho pedazos”.
La norma del sector es fabricar cascos a presión de materiales contiguos, como acero, titanio, cerámica o acrílico, que son mejores para realizar pruebas, dijo Cameron. “Celebramos la innovación, pero no se debería utilizar un vehículo experimental para pasajeros de pago que no son ellos mismos ingenieros de las profundidades oceánicas”, dijo Cameron.
El cineasta afirmó que tanto la tragedia del Titanic como la del Titán estuvieron precedidas por advertencias que no fueron escuchadas. En el caso del Titanic, el capitán cruzó a toda velocidad el Atlántico en una noche sin luna a pesar de que se le había advertido de la presencia de icebergs.
“Aquí estamos de nuevo”, dijo Cameron. “Y en el mismo lugar. Ahora hay un pecio al lado del otro por la misma maldita razón”. (Reuters)
Sobre Rush: “Era muy diligente a la hora de gestionar y evaluar los riesgos”
El argentino Guillermo Söhnlein, el cofundador de la compañía estadounidense OceanGate Expeditions, cuyo submarino implosionó con cinco personas a bordo cerca de los restos del Titanic, vive desde hace años en España. Dice que la seguridad fue un “elemento clave” cuando él y Stockton Rush crearon la empresa de exploración en aguas profundas. “Estaba extremadamente comprometido con la seguridad”, declaró a la emisora británica Times Radio acerca de Rush. “También era muy diligente a la hora de gestionar los riesgos y muy consciente de los peligros de operar en un entorno oceánico profundo”, aseguró. “Esa es una de las principales razones por las que acepté entrar en el negocio con él en 2009”, subrayó. Subrayó, sin embargo, que es demasiado pronto para decir qué sucedió con el Titan, y enfatizó acerca de la complicación de formular regulaciones globales para los sumergibles diseñados para bajar a grandes profundidades.