Por Gustavo Rodríguez y Santiago Re 29 Junio 2023
“Estamos haciendo un enorme esfuerzo para evitar el ingreso de drogas al penal. Hemos intensificado los controles para evitar que entre droga para el consumo y para la venta. Estamos requisando a las personas y detectamos cuando arrojan al interior del penal desde afuera”, sostuvo Miguel Gómez, el titular del Servicio Penitenciario, en relación al reciente hallazgo en la celda del condenado Máximo Abraham, que lo vincularía con la venta de drogas dentro del penal de Villa Urquiza.
Abraham fue condenado en 2021 por el crimen de los policías Sergio Páez González y Cristian Peralta. El 13 de febrero de 2019 las víctimas hacían recorridos preventivos en el parque 9 de Julio cuando vieron una camioneta Toyota Hilux estacionada en un lugar oscuro. Al pensar que algo malo podía estar pasando, se acercaron al vehículo para pedirle a conductor que se identificara. Según se determinó en el juicio, Abraham bajó de la camioneta y comenzó a dispararles a los efectivos. Peralta, que recibió un proyectil en la cabeza, falleció en el acto, mientras que Páez González agonizó unos minutos por heridas en el tórax y el abdomen.
En las últimas semanas el personal penitenciario descubrió que algunas personas que habían intentado pasar estupefacientes al penal eran allegadas a Abraham. Así comenzaron a hacer foco en ese reo y profundizaron la investigación con observaciones y con testimonios de otros detenidos. El titular del servicio penitenciario detalló a respecto: “se venía haciendo una investigación porque teníamos sospechas, ya que se descubrió que personas que lo intentaban visitar intentaron entrar drogas. A eso se le sumó tareas de inteligencia y testimonios de otros internos se afianzó la teoría de que podría estar vendiendo sustancias. El martes se hizo una requisa sorpresiva y cuando ingresamos, intentó tragarse marihuana. Personal de la Digedrop dijo que eran 10 gramos aproximadamente. También se comprobó que tenía $ 12.000 en efectivo”.
PROBLEMA. La venta de droga en el penal, otra vez en el tapete.
“Es un interno complicado. No tiene buena conducta y tenemos que reforzar los controles sobre él. Se pelea con otros internos y otros reos lo buscan para agredirlo. Por eso está en un sector en el que no hay muchas personas y permanentemente custodiado. Ahora fue aislado”, aseguró Gómez sobre Abraham. Esa descripción encaja con el perfil que se vio del condenado durante el juicio: en numerosas ocasiones solicitó cambiar de abogado, cuando el debate estaba a punto de empezar; con esa inconducta lograba que el inicio de las audiencias se postergara hasta que finalmente quedó en manos de una defensora oficial, pero le exigió a la profesional que lo asistía que no hablara en su nombre porque no se sentía representado. En varias de esas ocasiones justificó esos pedidos acusando: “no me defienden bien”. Se desconoce si hasta el momento pudo saldar las deudas con todos los profesionales que lo asistieron a lo largo del proceso.
Requisas
“De cuatro visitas semanales, en dos se secuestran sustancias. Son ingresos importantes, tenemos casos en que mujeres ingresan hasta 300 pastillas o 200 gramos de marihuana en sus partes íntimas”, señaló Gómez al ser consultado sobre la frecuencia con la que descubren drogas en las revisiones a visitantes. El titular agregó: “como es una requisa invasiva, siempre se la hace con autorización. Puede ser con el consentimiento de la persona sospechosa o bien solicitando una orden judicial. Al sancionarse la ley de Narcomenudeo, todo se hace más rápido porque tenemos fiscales y jueces especializados en el tema”.