Chahla estrenará su Intendencia con la cuestión de la basura

La sucesora de Germán Alfaro deberá elaborar los pliegos, llamar a licitación y adjudicar el servicio de recolección de residuos.

La futura intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla (FdT), ya sabe cuál será la primera decisión de relevancia que deberá tomar cuando suceda a Germán Alfaro (JxC): la licitación del servicio de recolección de residuos en la capital.

La empresa Transportes 9 de Julio está a cargo de esta prestación en la ciudad desde 1991. Si bien el primer contrato se adjudicó por vía directa, con posterioridad el vínculo se extendió mediante licitación. El último acuerdo data de 2015, y aunque su tramitación tuvo inicio durante la administración de Domingo Amaya, este convenio -de siete años de extensión, con la posibilidad de otros tres de prórroga- comenzó a regir en 2016.

En una entrevista reciente con “Buen Día”, el matutino de LG Play, Alfaro fue consultado sobre cómo se está llevando a cabo la transición con la peronista Chahla. En la ocasión, el referente de JxC aclaró que, si bien su mandato finaliza en octubre próximo, aún tiene medidas de relevancia por tomar al frente del Ejecutivo local. Y mencionó la cuestión del “contrato más importante de la Municipalidad, que es el contrato por la basura con la empresa 9 de Julio”.

“(Este acuerdo) vence el 28 de julio. Yo tengo el tiempo necesario para elaborar los pliegos, llamar a licitación y adjudicar (el servicio)”, remarcó Alfaro. Sin embargo, reveló que había resuelto “no dejar al próximo intendente condicionado con una negociación en la que no tiene nada que ver”.

Para no recurrir a la prórroga de tres años, el jefe municipal señaló que está contemplada la opción de la prórroga de 180 días, y que durante ese período Transportes 9 de Julio debe garantizar la recolección de residuos en la ciudad. Esto, añadió, le dará margen a la próxima administración para “elaborar los pliegos, llamar a licitación y realizar la adjudicación correspondiente”.

En el Concejo

El tema del servicio de recolección de residuos fue motivo de debates y de consultas en el ámbito del Concejo Deliberante de la Capital.

El 26 de junio, en el marco del tratamiento del Presupuesto 2023 (que asciende a $ 64.000 millones), la comisión de Hacienda, presidida por el peronista Emiliano Vargas Aignasse, convocó a los miembros del área económica del municipio; entre ellos, los secretarios Carlos Gómez (de Economía y Hacienda) y Claudio Viña (de Ingresos Municipales).

Según consta en las actas oficiales de ese encuentro, el edil justicialista consultó a los funcionarios sobre el impacto asignado a la partida “Urbanidad”, que representaba el 62% del total para “Servicios Públicos” (es decir, $ 11,47 millones de $ 18,39 millones).

En ese encuentro, los representantes de la Intendencia ya habían adelantado la postura de “no arrancar con la licitación para el nuevo período”, con el objetivo de que la próxima administración “vea si puede, de alguna manera, mejorar el tema financiero”.

Compromiso

En la reunión, Vargas Aignasse solicitó el compromiso del Ejecutivo municipal de que envíen un “resumen” de los puntos centrales del pliego vigente, a los fines de que Chahla y su equipo puedan “tomar una decisión con respecto a quién puede ser la prestataria del servicio de recolección de residuos, que puede o no ser la empresa 9 de Julio”. “Esa experiencia nos va a permitir no volver a cometer los mismos errores, si esto está generando un costo mayor al municipio”, planteó el presidente de la comisión.

Luego, les preguntó a los funcionarios cuál es la fecha de vencimiento del convenio con esta firma. “Ahora, en agosto”, respondió Gómez. “¿En 2025, no es?”, consultó el edil peronista David Mizrahi.

“No, (hasta) 2025 es si el municipio opta por una prórroga. (Pero) no es la idea. La idea es dejarlo y que la nueva administración lo vea”, profundizó el secretario de Economía y Hacienda.

Remarcó luego que “los números son tremendos, y le dejaríamos (a la próxima gestión) un problema muy serio”. “Quizás ellos lo puedan ver mejor y lo puedan analizar a la luz de lo que se ha hecho en estos años, sobre todo, con el tema inflacionario, que es tremendo”, añadió Gómez.

Un número

Ante otra consulta de los ediles, los funcionarios técnicos aclararon que “casi el 90%” de los $ 11,47 millones previstos para “Urbanidad” en el Presupuesto 2023 son destinados a solventar las prestaciones de la empresa 9 de Julio. De todos modos, aclararon que “a valores actuales, son unos $ 420 millones mensuales”, aunque también están contempladas las actualizaciones tarifarias.

“Se entiende que (esa suma) va a ir creciendo por la pauta inflacionaria, porque eso tiene una cláusula de ajuste; por eso se prevé también en exceso, para no tener desfases presupuestarios. No se puede demorar un día en pagar porque te dejan la ciudad llena de basura. Es el único servicio que no se fía”, señaló Viña, según el acta. “¡Sí, la presión es tremenda!”, agregó Gómez.

Cifras de los residuos

El secretario de Servicios Públicos del municipio, Carlos Arnedo, explicó a LA GACETA que la recolección de residuos y demás tareas de limpieza a cargo de la empresa 9 de Julio rondan las 650 toneladas diarias en la Capital. “En verano, este número puede aumentar a alrededor de 750 a 800 toneladas diarias”, detalló el ahora concejal electo por JxC.

En el último tramo de gestión al frente de esta cartera, Arnedo consideró clave “seguir trabajando en la concientización de los ciudadanos”. “Por eso, hemos logrado eliminar muchos basurales a cielo abierto en Tucumán, alrededor del 85%. Y un tema no menor es que el levantamiento de residuos es permanente en la Capital, y además se trabaja por administración con la Dirección de Higiene Urbana en operativos de limpieza”, indicó.

Los residuos recolectados por la empresa 9 de Julio luego son tratados por los equipos del Consorcio Público Metropolitano para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu), organismo que integran seis municipios del Gran Tucumán (con dos adherentes y 10 comunas rurales) y que preside Héctor Argañaraz. En junio, el Girsu gestionó 17.000 toneladas de basura, que fueron enterradas en el predio Overo Pozo. De ese total, se estima que casi el 65% de los residuos provenían de San Miguel de Tucumán.

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