1 ¿Cómo se presenta el panorama?
Los bombardeo entre Israel e Irán pusieron en vilo a los mercados. En este escenario, las Bolsas terminaron la semana que pasó en terreno negativo y se disparó el precio internacional del petróleo. El oro, por caso, evidenció este año una recuperación del 30% por una mayor demanda de los Bancos Centrales, para robustecer sus reservas, ante la volatilidad del mercado y, particularmente, del dólar. El aumento del riesgo global se reflejó en el precio del metal, que subió 1,4% hasta U$S 3.400 la onza, en tanto que, a diferencia de otras oportunidades, no hubo un “flight to quality” hacia los bonos del Tesoro Americano que siguen presionados por las dudas sobre la situación fiscal de Estados Unidos. Esto último afectó a toda la renta fija global que retrocedieron 0,5%.
2 ¿Qué es lo que puede venir?
“Volatilidad. No es la primera vez que tenemos este tipo de eventos ni podemos aventurar a que esto generará una escalada de violencia global. El petróleo estará volátil, pero por el momento vemos los valores actuales como un techo, esperando que se estabilice por debajo de los U$S 70 el WTI”, indica Martín Polo, estratega en jefe de Cohen. El mercado americano seguirá afectado por los avances y retrocesos de la política comercial de Donald Trump y del plan fiscal que se está negociando en el Congreso estadounidense. “En este contexto, la Fed tendrá una nueva razón para no mover la tasa de referencia -a pesar de la presión de Trump que quiere que la baje-”, indica el analista. Esto le pondrá mayor presión a la renta fija que ya viene golpeada, en tanto que para la renta variable vemos que ganarán más protagonismo los sectores defensivos y de defensa militar. El oro seguirá siendo el activo que mejor puede aprovechar este contexto, aunque ya se encuentra en valores históricamente elevados.
3 ¿Cuál es el contexto bélico?
La ofensiva militar lanzada por Israel contra Irán marca un punto de inflexión geopolítico con implicancias inmediatas sobre los mercados financieros globales en una operación altamente coordinada denominada Operación León Ascendente, explica Sergio González, Head de Asset Management de Cohen. Los escenarios a futuro plantean una serie de alternativas con distinta probabilidad e impacto desde una eventual vuelta a la mesa de negociación por parte de Irán tras una respuesta limitada hasta una escalada regional más amplia sin descartar la posibilidad de ataques sobre instalaciones estadounidenses en Irak o el Golfo Pérsico. Esto último desencadenaría una respuesta militar de mayor envergadura con implicancias más severas para los mercados, detalla el experto sobre el posible impacto inmediato.
4 ¿Cuál fue la primera reacción?
La reacción de los activos financieros fue inmediata y refleja el grado de sensibilidad de los mercados frente a eventos de riesgo geopolítico con los futuros del S&P 500 y del Nasdaq cayendo en torno al 1% y el petróleo Brent y WTI trepando más de un 8%. Sin embargo, advierte González, resulta importante destacar que en el caso del petróleo no se observó una demanda genuina de cobertura sino un cierre masivo de posiciones cortas lo que relativiza la magnitud de la señal. “Para los inversores este tipo de episodios debe ser interpretado con una mirada táctica. No recomendamos sobrerreaccionar ya que el impacto de primera ronda suele estar acotado en el tiempo y muchas veces genera oportunidades en activos vinculados a commodities”, sintetiza.
5 ¿Qué postura hay que tomar?
La clave será monitorear si la respuesta iraní se mantiene circunscripta a Israel o si escala hacia objetivos regionales estratégicos como infraestructura energética en Arabia Saudita o bases estadounidenses en Qatar o Bahréin. Esta última alternativa podría alterar la dinámica de precios. No obstante, no hay que perder de vista que este año se celebran elecciones de medio término en Estados Unidos. Un repunte sostenido en el precio del petróleo podría tener un efecto negativo sobre el poder adquisitivo debido a la inflación. Esto, eventualmente, impactaría en el desempeño electoral del oficialismo republicano que hoy busca sostener su posicionamiento legislativo en un contexto de creciente polarización política. Por eso, Cohen sugiere tomar una postura de prudencia “aprovechando la volatilidad para tomar oportunidades puntuales sin incrementar de manera estructural la exposición a riesgo”.
6 ¿Hacia dónde se dirige el mundo?
El crecimiento económico en el mundo se encamina hacia su década más débil desde la de 1960, según un nuevo análisis del Banco Mundial (BM), que señala la guerra comercial de Trump como un factor clave que afecta a las economías de todo el mundo. Las turbulencias bajaron los pronósticos de crecimiento para casi el 70 % de todas las economías, en todas las regiones y todos los grupos de ingresos. Se proyecta que el crecimiento mundial se desacelerará al 2,3 % en 2025, casi medio punto porcentual por debajo de la tasa prevista a principios de año, aunque no se prevé una recesión mundial. No obstante, este reporte fue realizado antes del conflicto en Medio Oriente.