La jornada de soja que se realizó la semana pasada -organizada por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc)-, durante la que se presentaron los diferentes trabajos que los investigadores y técnicos de la entidad agrocientífica realizan con este cultivo muestra la importancia de esta producción para la región. Un número muy importante de productores y de técnicos participaron para escuchar las diferentes disertaciones, cuyo contenido perseguía el objetivo de hallar soluciones a las diferentes problemáticas que presenta la producción de soja y de otros granos en la región.

Actualmente la producción de granos en el NOA está dedicada a los cultivos invernales, que se encuentran en etapa de crecimiento y, en algunos casos, en los trabajos de trilla en maíz. Esto demuestra, una vez más, que las labores en el campo siempre se desarrollan, sin que importe la época del año en la cual nos encontremos. Y ni hablar de las actividades agroindustriales, como la azucarera y la citrícola, que se encuentran a full.

Lo cierto es que el productor sigue trabajando, y piensa en cómo debe afrontar las diferentes problemáticas que se dan en su sistema productivo. Y debe seguir mirando el futuro de otra manera, para decidir qué producir y cómo hacerlo de la mejor manera posible.

Después de lo sucedido en la campaña gruesa 2023-2024, durante la cual la “chicharrita del maíz” golpeó al sector de diversas maneras -sobre todo, a los de nuestra región; principalmente la zona que comparten Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero-, el productor siguió sembrando maíz. Esto se debe a que conoce la importancia de este cultivo en el sistema productivo del NOA. Y los resultados que se vienen dando en la actual campaña son satisfactorios.

El productor de granos apostó nuevamente por la gramínea, y la sembró porque tiene bien en claro su importancia. Se trata de un cultivo primordial, un pilar para la producción sustentable en el NOA, debido a todos los beneficios que otorga a los suelos. Sobre todo, en sistemas de rotación.

Una de las disertaciones que se dieron en el taller de soja estuvo centrada, precisamente, sobre la importancia de mantener el sistema de rotación con maíz o con sorgo, ya que se vio que en lotes de soja sobre soja aumentó mucho la infestación con picudos.

Saben que la rotación de cultivos presenta ventajas desde diferentes puntos de vista, ya que el solo hecho de incorporar otros cultivos permite al productor diversificar riesgos productivos y económicos, porque las condiciones ambientales pueden impactar de manera diferente en los distintos cultivos de la rotación. De igual modo, los precios de los productos pueden variar; y de este modo se logra disminuir el riesgo medio de la actividad; máxime si ello se combina con estrategias de coberturas de precio y climáticas.

Y en general, los beneficios agronómicos son más importantes aun, a raíz de las mejoras en la fertilidad física y química de los suelos, de la provisión de una adecuada cobertura de rastrojos, y de la disminución de plagas, de enfermedades y de malezas, entre otros beneficios.

Saben que los distintos sistemas radiculares de los cultivos que se hacen con la rotación exploran diferentes estratos del perfil, lo que permite una colonización del suelo con raíces de diferente arquitectura.

La rotación hace que en los primeros centímetros del suelo aumente la actividad y la diversidad biológica responsable, a lo que ayuda a la mineralización, la formación y el reciclado de la materia orgánica, y la disponibilidad de nutrientes.

En lo referente a la cantidad y a la cantidad de rastrojo que incorpora al suelo es primordial, ya que permite ser un sustrato del que se nutren los microorganismos, lo que equilibra sus poblaciones, como ocurre en ambientes naturales y ejerce un efecto inhibitorio sobre patógenos, plagas y malezas, que tiene que ver con la interrupción de los ciclos de vida de estos problemas.

Mezcla

La rotación no solo es del cultivo en sí; es necesario complementarla con la mezcla de principios activos de diferente mecanismo de acción, tanto en herbicidas como en insecticidas, generando también una rotación en el uso de agroquímicos, vital para evitar la tolerancia o resistencia de las plagas y enfermedades.

Hoy los productores tucumanos y del NOA conocen las virtudes que tiene rotar cultivos de manera correcta, apoyada con prácticas agrícolas adecuadas. El solo hacerlo permite una mayor estabilidad de producción, un aumento de la capacidad productiva del suelo y el consecuente incremento de la rentabilidad en el sistema agrícola como un todo.

Sabemos que todavía falta mucho para la próxima siembra gruesa. Pero no debemos olvidarnos de seguir dando a conocer las ventajas de la rotación de cultivos y de generar más conciencia sobre las grandes ventajas y beneficios que genera al sistema productivo de nuestra región.

El sector productor de granos debe mantener un nivel de rotación de cultivos que permita mantener los beneficios que produce en la sustentabilidad de un sistema productivo como el del NOA.

A pesar de que este año la problemática de la “chicharrita” pasó casi inadvertida, seguro que hay interrogantes que deben ser analizados, sin dejar de lado que las rotaciones son un pilar que debe seguir sosteniéndose.