La palta es un frutal tropical de alta demanda tanto en el mercado nacional como en el internacional. En la Argentina, el cultivo ocupa el segundo lugar en importancia entre los frutales tropicales; y actualmente atraviesa una etapa de expansión sostenida con perspectivas muy favorables.
Desde el punto de vista productivo, el cultivo requiere climas tropicales a subtropicales, libres de heladas, con buena provisión de agua y suelos profundos y permeables. “Tucumán -en especial, en zonas de piedemonte- presenta condiciones adecuadas para su desarrollo”, indicaron las productoras de palta Ana Arguijo y Gabriela Garat -esta última, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Estación Experimental Agropecuaria de Famaillá del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)-.
La historia de la palta en Tucumán no es reciente, aunque muchos crean que se trata de un cultivo nuevo. Sus raíces se remontan a la década del 70, cuando se realizaron los primeros ensayos con variedades importadas en la zona Concepción, sobre todo de la mano de productores pioneros como la familia Torres. Durante aquellos años, el entusiasmo fue grande: se plantaban distintas variedades y se evaluaba su adaptación al clima y los suelos tucumanos.
Sin embargo, la palta no logró consolidarse en ese primer intento. Hacia los años 80 y 90, los productores se encontraron con limitaciones técnicas, desconocimiento en el manejo del cultivo y problemas de mercado, que llevaron a que muchos abandonaran las plantaciones. El proyecto quedó en pausa, casi olvidado.
Conocé los poderosos beneficios para la salud que tiene el carozo de palta: ¿cómo consumirlo?Con la llegada del nuevo milenio, la palta volvió a ocupar un lugar en los campos tucumanos. Entre 2000 y 2001 comenzaron a surgir viveros que apostaron fuerte, como Vivero Citrus, que empezó a multiplicar plantas y a motivar a productores de distintas zonas de la provincia. En esos años, la comunidad paltera se reactivó con fuerza y se vivió una década de expansión.
Hasta 2010, el viento parecía soplar a favor. Pero luego llegaron las heladas históricas que afectaron a toda la región: 2011, 2013 y 2015 fueron años duros. El frío arrasó, dejando al sector golpeado. Muchos productores se desanimaron: había quintas que lograban una buena cosecha sólo cada tres años, lo cual hacía inviable sostener el negocio.
Luces y sombras
Hoy el panorama muestra luces y sombras. Por un lado, los inviernos se han vuelto más cálidos, lo que abre nuevamente la puerta a este cultivo. Por otro, una encuesta realizada recientemente por INTA Famaillá evidenció que siguen pendientes temas clave, como nutrición, riego, poda, plagas y enfermedades, polinización, poscosecha, conservación, políticas de regulación y control y la necesidad de mayor inversión en investigación y tecnología. Otro factor que preocupa a los productores tucumanos es la inseguridad, que representa una amenaza constante para el sector.
¿Qué le pasa al cuerpo si como una palta por día?Ahora, la nueva generación de productores busca revertir esa historia. Más allá de la competencia, se plantea la necesidad de actuar en conjunto. Para ello resulta clave que el Estado y las instituciones acompañen la actividad en los ámbitos que les competen, ya que su fortalecimiento puede traducirse en crecimiento económico para la provincia y generación de empleo.
El desafío es ambicioso, pero no imposible: reorganizar estos actores en una mesa intersectorial, una cámara o una asociación de palteros tucumanos que impulse el desarrollo de este cultivo con alto potencial.
Comer palta puede prevenir cardiopatías si la consumís así, según HarvardTucumán tiene todo para convertirse en una potencia paltera del norte argentino. Pero eso sólo será posible si se trabaja con visión colectiva, compartiendo experiencias, soluciones y mercados.
Con este desafío, el INTA Famaillá está trabajando en el cultivo, y realiza un servicio técnico especializado para el control de una enfermedad, la tristeza del palto causada por Phytophthora cinnamomi, dando así sus primeros pasos para acompañar al sector.