AMMAN, Siria.- En el pueblo de Zamalka, cerca de Damasco, se produjo un pequeño milagro. Un hombre abre la puerta de su casa, y se entera de que su hijo, al que daba por muerto en un ataque con gas venenoso, está vivo. Se lo entregan, estalla en llanto y da gracias a Dios. Toda la escena quedó grabada en un video, que ahora da la vuelta al mundo.
El reencuentro se produjo en el mismo lugar en el que, días atrás, el régimen sirio perpetró una de las peores masacres de las que se tenga memoria. Más de 1.000 personas murieron en las afueras de Damasco luego de que el ejército esparciera gas venenoso entre la población civil.
En los primeros momentos del video se ve a familiares o amigos -el padre aún no se presenta en escena- ingresando a la casa, al parecer, apenas minutos después de haber encontrado al niño. Entonces, las puertas se abren y los hombres van a buscar al padre.
Es estremecedora la reacción de éste cuando le dicen que su hijo está vivo, y lo tienen que contener para que no explote de emoción. Hasta que finalmente logra fundirse con él en un abrazo, en medio de plegarias de agradecimiento a Dios.