Mientras las cosechadoras levantan los últimos lotes con soja en el país, el grano demora su ingreso al circuito comercial. Sobre una cosecha récord estimada en 55,5 millones de toneladas (t), aún quedan sin vender 31 millones, el equivalente al 56% de la producción, según la Bolsa de Comercio de Rosario.

Hasta el 18 de junio pasado, el Ministerio de Agricultura de la Nación reportó negocios con la oleaginosa por 23,5 millones de toneladas: 42% del total. El millón de toneladas que resta es lo que se utiliza para semilla.

Si bien este volumen no difiere demasiado de lo vendido a la misma altura del año anterior, cuando se habían comercializado 24,3 millones de t, la producción proyectada para esta campaña es superior en 7,3 millones.

“Entre los principales factores que motivan el retaceo de ventas, se encuentra el contexto de incertidumbre macroeconómico, ante el cual el productor ve en la mercadería física un modo de cubrirse frente a las variaciones tanto del nivel general de precios como del tipo de cambio”, precisa la BCR en su último informe.

Inclusive, la decisión del productor de retener se da en un escenario que, a mediano plazo, prevé menores precios para el grano, a partir de una recuperación de la demanda por el ingreso de la cosecha de EEUU (entre octubre y noviembre próximos).

Hasta el momento, la recolección de soja a nivel país ya cubrió 95,2% del área sembrada. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, ya se cosecharon más de 18,5 millones de ha que aportan un rinde medio nacional de 2,9 t/a. Estos indicadores han permitido acumular una cosecha parcial de 53,6 millones de t.

“A medida que avanzó la recolección en lotes más tardíos, el promedio productivo continuó su tendencia a la baja. Se prevé que el cierre de campaña finalice próximo a las 2,85 toneladas por hectárea, lo que permitirá alcanzar una producción nacional récord de 55,50 millones toneladas”, sostienen desde la bolsa porteña.