“Después de 20 días, en mayo, de temporal, se retrasó la campaña de maíz y de soja, que llegó con mucha humedad y con una fuerte presión de fusarium (hongo del maíz), que ataca tanto la mazorca, y provoca pérdidas comerciales, como la caña de la planta, que la debilita. Por suerte, hasta ahora no tuvimos vientos, sino serían mayores las pérdidas en esta campaña”, resumió Víctor Pereyra, productor maicero de Tucumán.

- ¿Tienen problemas logísticos?

- Como es grande el volumen de maíz a transportar, se necesitan muchos camiones porque no tenemos ferrocarriles suficientes. Pero el 100% de los camiones estuvieron dedicados a levantar la cosecha en la zona núcleo argentina, por lo que tuvimos y tenemos muchos problemas de transporte.

La mercadería no puede guardarse húmeda, porque corre riesgo de arderse, lo que condiciona y agrava la logística normal, que ya es complicada. Son cosas que hay que aceptarlas y, por lo tanto, debemos hacerlas más eficientes.

- ¿Cómo es la relación con acopiadores y exportadores?

- Son muy estrictos, porque sólo aceptan maíces con hasta un 14% de humedad, y hasta ahora sacamos granos con un 18%. Entonces, para cumplir los contratos sí o sí debemos mandar lo cosechado a acondicionamiento en plantas de Santa Fe y Buenos Aires, lo que significa mayores costos, que si los sumamos a los problemas logísticos, se complica demasiado la ecuación final del maíz.

- ¿El maíz es vital?

- Sí, por supuesto. Sí o sí el maíz es necesario para la sustentabilidad de la actividad, porque al maíz hay que rotarlo con soja para no destrozar el capital tierra. Para nosotros el maíz es vital, pero la logística es fundamental por el valor del flete. Cuesta entre $ 400 y $ 450 hasta el puerto, sea soja o maíz lo que enviemos, pero el precio de la soja es de $ 2.300 y el del maíz $ 1.100, por lo que la ecuación no nos cierra. Por eso, la incidencia del flete es mucho mayor en el caso del maíz que en la soja.

- Demasiadas complicaciones

- Si a este panorama le agregamos que las semillas híbridas que usamos tienen un alto valor -porque no podemos comprar las semillas originales porque cuestan entre U$S 150 y U$S 250 la bolsa-, al hacer los números el impacto es aún mayor.

Hoy, la mayoría de los productores no tienen capacidad financiera para hacer maíz. Entonces, muchos agricultores siguen haciendo soja sobre soja, o sea continuando con el monocultivo, lo que es gravísimo y dañino para el campo.

- La crisis abarca todo el NOA

- Sí. En 2013, las ventas a futuro no se pudieron cumplir con entrega en junio por exceso de humedad. Hoy, se perdieron hasta U$S 30/tonelada, que constituye un volumen de dinero por no haber cumplido los contratos 2013.

Desde la Sociedad Rural de Tucumán se hicieron gestiones, ante la Secretaria de Agricultura de la Nación, para que se prorrogaran los contratos afectados por el temporal. Algunos productores pudieron lograrlo, pero cayeron la mayoría de los contratos, y sus efectos hoy los padece el sector.

- Y los precios están en baja

- Argentina produce el 10% de la producción de EEUU. Argentina es el tercer exportador mundial de maíz, pero EEUU maneja el mercado mundial. Y como bajaron los índices de consumo en forrajes, los excedentes quedaron para consumo, entonces los precios están en baja. Y si sumamos que, para este año, Estados Unidos proyecta una excelente campaña, los precios están en baja impactando en la ecuación del productor argentino.

- ¿Es fuerte el impacto de las retenciones y los impuestos?

- Hoy, no tenemos modo de que podamos seguir soportando las altísimas e inequitativas que son las retenciones: 35% a la soja, 23% al maíz y 20% al trigo. Deben eliminarse, si no, dejaremos de ser competitivos y el primer impacto llegará a los productores más chicos.