Votar, una obligación para fortalecer la democracia

13 Agosto 2023

A 40 años del restablecimiento de la democracia, cada elección que se hizo desde 1983 a la fecha consolidó el sistema y fortaleció a la república. Cada vez que el pueblo se volcó a las urnas ratificó la vigencia y la continuidad de un sistema de vida. En ese marco, la participación ciudadana resultó y es clave; ir votar no sólo es un deber cívico y una obligación consagrada en el artículo 37 de la Constitución nacional, es una necesidad para que las instituciones del Estado se fortalezcan a través de los niveles de representatividad con los que se consagra a los elegidos.

Sin embargo, este año se ha observado un nivel de apatía ciudadana para concurrir a las urnas que debería llamar la atención, especialmente a la clase política. Ese descontento ha ido en aumento, en la última década y, especialmente, este año.

Hoy se realizarán nuevamente las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, las denominadas PASO. Será la séptima oportunidad en la que la Argentina recurre a este mecanismo electoral desde que fuera instituido en 2011. La ley 26.571 (de Democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral), que establece las PASO, fue sancionada el 2 de diciembre de 2009, pero se sufragó por primera vez con esta modalidad en 2011, cuando se eligió presidente y congresistas.

Lo novedoso de esta herramienta electoral es que son abiertas, por lo que la designación de los candidatos no quedan limitadas a la voluntad de los afiliados de cada estructura que presente postulaciones, partido o alianza, sino que pueden participar los independientes, que son la gran mayoría no asociada a organizaciones partidarias.

Esto hace que estos comicios sean especialmente significativos, no solo porque elevan la calidad de la representación política de los electos, sino porque pueden asistir a emitir su voto todos aquellos habilitados en el padrón electoral. Y están obligados a concurrir a sufragar. Básicamente, pueden elegir al candidato de sus preferencias de algunas de las ofertas políticas, al que quieren ver luego en las boletas finales de los comicios generales

Sin embargo, en las elecciones primarias, desde que comenzaron a funcionar, se observa un creciente abstencionismo; que este año ya adquiere ribetes de preocupante, por lo que se viene observando en las votaciones provinciales. Por ejemplo, en 2011 la participación ciudadana fue del 78% de los habilitados y en 2021 del 67%. Con sus vaivenes, en 12 años de existencia, la cifra de votantes cayó casi 11 puntos. Esto fundamentalmente debilita a la democracia. Si bien puede entenderse que haya un cansancio ciudadano porque no mejora la calidad de vida y porque el país navega en un estado de crisis permanente en los últimos años, igualmente es desde la actividad política de donde deben venir las respuestas para entusiasmar al pueblo para que concurrir a las urnas.

En la elección de esta jornada es de esperar que la ciudadanía siga sin estar tan entusiasmada por ir a votar y expresarse, y que se reproduzcan los números que vienen dándose últimamente. Y, si bien es la clase dirigente la que debe hacerse centralmente responsable por esta realidad y la que debe inquietarse por promover acciones y medidas para que no siga ocurriendo; también les cabe a todos los actores sociales del país involucrarse para modificar esta situación. Desde aquí pedimos a la ciudadanía que acuda a las urnas, que exprese su opinión, porque al fin de cuentas estará fortaleciendo a la democracia a 40 años de su inicio

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