Prokop sueña en grande y aspira a ascender este año con San Martín de Tucumán

San Martín sigue siendo una fábrica de talentos. Día a día, cientos de niños asisten al complejo “Natalio Mirkin” con la ilusión de poder vestir la camiseta roja y blanca y sentir el aliento de La Ciudadela. Y el placer de lograrlo se incrementa si es el club de sus amores. Todo eso hizo realidad para Agustín Prokop, uno de los grandes talentos tucumanos.

Al igual que varias estrellas del fútbol argentino, sus primeros pasos los dio en los potreros de Barrio Ciudad Parque, donde el joven “Agus” ya deslumbraba con su pie derecho. “No entrenaba hasta que mi mamá decidió inscribirme en un club para empezar a hacer alguna actividad física. Ella decidió por San Martín y me pareció bueno como para probar”. En consonancia con ello, reconoció que su referente vistiendo la del “santo” es Gonzalo Rodríguez. “‘Turbo’ me encantaba por la ganas que le ponía. Siempre iba al frente y representaba de la mejor manera al club”.

Una vez ganada la disciplina que requiere cualquier deporte, el joven de 22 años empezó a jugar en la posición de su gran ídolo, Juan Román Riquelme. “Jugaba de enganche. Pero a medida que fueron pasando los años tuve que adaptarme a nuevas formaciones. Con los cambios que tuvo el fútbol, se fue perdiendo esa posición”, expresó. No obstante, no perdía la alegría de sonreír dentro de la cancha: “Siempre iba a jugar para disfrutar del fútbol. No tenía presiones; amaba jugar”. Sin embargo, reconoció que llevar el deporte con los estudios le costaba. “Intentaba llevar ambas actividades al día, pero era medio vago. Me costaba mucho las materias teóricas. Pero pude superarlo”.

Del mismo modo, logró la disciplina deportiva gracias a sus profesores, en especial a Franco Narese. “Desde que era chico él me entrenaba en el gimnasio. Siempre me da consejos sobre cómo debo trabajar o qué ejercicios debo realizar. Él no llegó a jugar en Primera y por ese motivo siempre me esta dando consejos o contándome las cosas que él considera que hizo mal para que yo no las repita. Marcó mi camino, es una gran inspiración para mí”, contó.

Esto fue un impulso necesario para decidir dedicarse al fútbol. “Siempre lo veía por la tele y nunca perdí el anhelo de vivir del fútbol”. Así logró su primera convocatoria en 2018, cuando realizó la pretemporada con el plantel que estaba por disputar la Superliga.

En ese momento había sido promovido de la Sexta división. A pesar de ello, no logró sumar minutos en ese torneo y su debut se daría unos años más tarde; más precisamente el 10 de enero del 2021, en el empate a dos entre San Martín y Gimnasia de Mendoza por el torneo Transición de Primera Nacional 2020.

Su primer juego como titular sería un año más tarde, en la victoria frente a Temperley por 2 a 1, donde puso una magnífica asistencia para que Lucas Cano abriera el marcador.

Debido a que conformó diversos planteles, guarda un gran recuerdo de quienes pasaron por el club. “Tuve muchos compañeros que fueron muy buenos. Pero el plantel del año pasado era excelente. Con Lucas (Diarte), ‘Pelle’, Tino (Costa) fueron unos capitanes muy buenos. Ahora, Darío (Sand) y ‘Manolo’ (Emanuel Dening) también lo son porque siempre nos ayudan”, aseguró.

Agustín destaca la importancia que tiene Gustavo Abregú en su juego. “Siempre intenta darme aliento y me ayuda a mejorar. Si sigue creciendo así y por la clase de persona que es, debería ser el capitán en algún momento”, consideró.

En los 10 partidos disputados en la temporada –cinco desde el comienzo y los restantes entrando desde el banco-, acumuló 465 en campo. No obstante, lo que lo colocó en el ojo de todos los hinchas del “santo” fue su asistencia en el partido con Alvarado y, sobre todo, el golazo de tiro libre contra Gimnasia de Mendoza.

Su presente

Actualmente, Prokop sigue viviendo con su familia: sus dos abuelos y su madre, quienes son sus tres pilares. “Nunca me faltó nada gracias a ellos. Siempre me dijeron que con sacrificio y esfuerzo, todo llega”.

Su abuela es su “segunda mamá”. “Estuvo siempre a mi lado. Me apoyó en los momentos difíciles y nunca dejó de aconsejarme. No sólo en lo deportivo, sino en el modo que debía encarar la vida. Del mismo modo, a su abuelo lo considera como su “papá”. “Cuando él iba a jugar a la pelota, me llevaba para que vaya probando. En ese tiempo era muy chico y me dejaban arriba nomás para que no me golpeen. Pero yo me metía igual”.

Y claro, “Agus” agradece el esfuerzo de su madre que lo acompañó a todos lados. “Hubo veces que jugábamos lejos, pero ella nunca faltaba”.

Por último, contó cuáles son los tres anhelos que tiene en su vida. “A corto plazo quiero ascender con el club del que soy hincha. Es lo anhelo para este año y ojalá lo podamos cumplir. Pero después quiero seguir creciendo en mi carrera deportiva; en algún momento espero jugar en Europa. Sería algo maravilloso; como también vestir la camiseta de la Selección”, sentenció.