Siempre que alguno de los grandes del fútbol argentino juega en la provincia, la ciudad se revoluciona. En esta oportunidad, no fue la excepción. El reloj marcaba las 19.30 cuando el avión que trasladó al plantel de River desde Buenos Aires tocó suelo tucumano. En la zona del estacionamiento del Benjamín Matienzo, los fanáticos “millonarios” esperaban para ver a sus ídolos aunque sea desde lejos.
De todas formas, la Policía de Seguridad Aeroportuaria organizó la llegada del “millo” a la perfección. El micro ploteado esperó en la pista de aterrizaje y los fanáticos tuvieron que conformarse con gritar a la distancia. Nadie saludó, todos subieron raudamente al ómnibus y salieron en caravana. Alrededor de 25 minutos le llevó a la delegación llegar al hotel ubicado en la zona del ex Abasto, en donde miles de hinchas hacían la guardia desde temprano.
Los simpatizantes de la “banda” coparon los alrededores del hotel para recibir al plantel, con el objetivo de obtener una foto, algún saludo, una firma o simplemente para poder conocer más de cerca a sus ídolos. Cánticos, banderas y aplausos se hicieron sentir a varias cuadras de distancia del hotel.
Cómo si se tratara de la tradicional previa a pocas horas de un partido, los integrantes de la filial de River en Famaillá saltaban y cantaban. Según Carlos Romano, presidente de la filial, la fiesta empezó temprano. “Nos juntamos cerca de las 14, alquilamos una cancha de fútbol 5 cerca del hotel y empezamos a vivir el recibimiento. Nos encargamos de colgar las banderas en todo el barrio y les entregamos folletos y trapos a los hinchas”, contó.
Si bien estaba previsto que el plantel arribara cerca de las 20.30 a las inmediaciones del hotel, a las 19 el lugar ya estaba repleto. Se armó un pasillo rodeado de dos vallas a sus costados y, frente a ellas, cientos de personas aguardaban su oportunidad para acercarse a los futbolistas.
Entre el tumulto de hinchas, Rosa, de 69 años, sostenía un cartel que había preparado junto a su nieto. “Vine porque es lo más cerca que puedo estar del equipo, se me hace muy complicado viajar a Buenos Aires a verlos. Lo único que pido es una foto con ‘Nacho’ Fernández para mí cumpleaños número 70. Me encantaría ponerla en un cuadro”, dijo la fanática, en compañía de su familia.
Los apuntados por los más chicos fueron Franco Armani y Miguel Borja. “Quiero la firma de un campeón del mundo”, se repetía a menudo cerca de las vallas. Por su parte, el goleador también llamó la atención de la hinchada. Con un cartel escrito por ella misma, Esperanza, de 5 años, soñaba con un saludo del colombiano.
El primero en ingresar por la pasarela fue Jorge Brito. El presidente de la institución fue bastante aplaudido y se detuvo varias veces a sacarse una foto con los fanáticos.
Finalmente, el plantel llegó al hotel cerca de las 20.30. La mayoría de los jugadores decidió caminar rápidamente hacia la puerta del ingreso. Eso sí, los más aclamados no tuvieron ni opción. Esequiel Barco, “Nacho” Fernández, Armani y Borja debieron detenerse reiteradamente a saludar a los hinchas.
Una vez terminada la entrada de los futbolistas a las instalaciones, se armó una pequeña fiesta en el centro comercial: los fanáticos juntaron algunos bombos, un par de trompetas y armaron la fiesta con los tradicionales cánticos.
Desde sus habitaciones, fascinados, los futbolistas sacaron sus celulares por la ventana para registrar lo que estaba ocurriendo. A pesar de los casi 1.300 kilómetros que separan Núñez de Tucumán, al plantel de River lo hicieron sentir local.
Demichelis mete mano: haría cuatro modificaciones
El apretado calendario de la Copa de la Liga es un dolor de cabeza para todos los equipos; incluso aquellos que tienen planteles más largos, y con mayor jerarquía. Tal es el caso de River, que hoy por la noche, ante Atlético, apostará a una ligera rotación en el “11”, teniendo en cuenta la cercanía con el triunfo obtenido en la última fecha (3-0 sobre Deportivo Riestra), el pasado domingo por la tarde.
Martín Demichelis meterá mano en el equipo, y realizará entre dos y cuatro modificaciones. Dos de ellas ya están prácticamente confirmadas: por un lado, en la defensa, Agustín Sant‘Anna ingresará en el lateral derecho en lugar de Marcelo Herrera, y tendrá su debut como titular en la Copa de la Liga (sólo jugó desde el arranque ante Excursionistas, por Copa Argentina); y por el otro, en la mitad de la cancha, el juvenil Franco Mastantuono jugará como titular por tercera vez en este 2024, reemplazando a Nacho Fernández.
Las otras dos posibles modificaciones todavía están en análisis por parte del cuerpo técnico. En el lateral izquierdo, hay buenas chances de que Milton Casco, que fue convocado por primera vez en el año tras recuperarse de una lesión, vaya desde el arranque, aunque todavía no se descarta que Enzo Díaz se mantenga en el “11”. Mientras que en la mitad de la cancha, Rodrigo Villagra, que ingresó desde el banco en los últimos dos partidos, tendría su debut como titular con la camiseta del “millonario”, ocupando el lugar del uruguayo Nicolás Fonseca. Los siete nombres restantes serían los mismos que vienen de ganarle a Riestra.
Esta rotación que realizaría Demichelis en el equipo tiene que ver también con darle algo de descanso a los habituales titulares, teniendo en cuenta que el próximo domingo, el “millonario” recibirá a Banfield en el Mas Monumental, que dicho sea de paso, presentará varias novedades tras la finalización de algunas obras. De cara a ese duelo ante el “taladro”, River recuperará dos piezas importantes del ataque, que si bien no son titulares indiscutidos, suelen sumar minutos siempre: Claudio “Diablito” Echeverri y Pablo Solari, que se reincorporarán mañana al plantel, luego de lograr la clasificación a los Juegos Olímpicos con la Selección Sub-23. Además de poder sumar minutos ante Banfield, ambos estarán disponibles para el Superclásico ante Boca, de la próxima semana; también tendrían el alta médica, ya para ese encuentro, Matías Kranevitter y Manuel Lanzini.