“Antes de Navidad de 2020, mi hijo se enteró de que habían matado a su papá. En la cama del hospital de Niños me abrazó y me pidió que quería que hubiera Justicia. Por su valentía estamos aquí. Porque él y toda la familia quiere que haya Justicia”, declaró la madre del niño G.G. que sobrevivió a la llamada “La masacre de la Porotiada”.
La mujer, que era pareja de Gabriel Amaya, uno de los fallecidos, relató que el pequeño nunca se recuperó de las heridas. “Tiene problemas respiratorios y sufre ataque de pánico cada tanto. Es el miedo que le quedó por todo lo que vivió. El horror de saber que su papá, gravemente herido, lo abrazó para que no siguiera recibiendo disparos”, declaró la representante de la querella.
La mujer, que durante la audiencia denunció haber recibido amenazas por parte de familiares de Miguel “Miguelón” Figueroa dijo todo lo que sentía en ese momento, “Ese hombre (señalando al condenado) nos arruinó la vida a todos. Por su culpa mis hijos no tienen padre. No tienen con quién pasar los días especiales. A lo máximo, van al cementerio a llorar en su tumba”, finalizó.