Productores sojeros de Tucumán se entusiasman y esperan que los rindes estén dentro de la media

La siembra se generalizó a partir de diciembre, debido a que se dieron buenas lluvias durante ese mes. Las precipitaciones durante enero aportaron agua a los suelos y cubrieron las necesidades del cultivo.

ESTADO. En cuestiones fitosanitarias, para la soja fue un año bastante suave, sin graves problemas; la mancha anillada afectaron el cultivo en muy baja escala. ESTADO. En cuestiones fitosanitarias, para la soja fue un año bastante suave, sin graves problemas; la mancha anillada afectaron el cultivo en muy baja escala.
30 Marzo 2024

Al cierre de marzo, la campaña sojera en Tucumán presenta condiciones que generan buenas expectativas en el sector, pese a que arrancó con una no muy buena calidad de semilla, cosechada durante la campaña pasada; sobre todo, aquellas de ciclo corto, que fueron afectadas por las incidencias climáticas que se presentaron”, dijo el coordinador del proyecto Soja del programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), José Sánchez.

Añadió que las labores previas a las siembras se basaron, principalmente, en el control de malezas, por lo cual los cultivos pudieron desarrollarse hasta la fecha de manera normal.

Destacó que, en general, durante esta campaña la siembra comenzó a partir de noviembre, pero se generalizó desde diciembre -fecha óptima de siembra para la soja-, implantándose casi la totalidad de los lotes para esta campaña.

“Esto fue posible debido a que se dieron buenas precipitaciones durante diciembre. Si bien esas lluvias estuvieron por debajo de los valores promedios, resultaron suficientes para lograr un inicio de siembra muy bueno y continuo, debido a que se presentaron con muy buena frecuencia e intensidad”, remarcó.

Las precipitaciones continuaron durante enero, lo que aportó agua a los suelos y cubrió las necesidades de cultivos. “Y en febrero empezaron a ocurrir las sequías estacionales, que duraron entre 15 y 30 días según las zonas de las provincias”, dijo Sánchez.

Explicó que los problemas que ocurrieron durante febrero afectaron el crecimiento vegetativo de las sojas en mayor o en menor medida, lo que implicará una disminución de rendimiento a final de cosecha. “Es necesario destacar que la falta de agua vino acompañada de altas temperaturas que ocurrieron durante el día y durante la noche, que superaron holgadamente los valores promedios del mes”, señaló.

Añadió, sin embargo, que afortunadamente el cultivo reaccionó muy bien a las altas temperaturas y a la falta de precipitaciones, debido, principalmente, a que tenían agua acumulada en sus perfiles de suelo, de las lluvias de diciembre y de enero.

A partir del 15 de febrero en adelante las lluvias empezaron a normalizarse, aunque siempre con valores inferiores a los promedios para la fecha. “Estas lluvias fueron muy buenas, ya que acompañaron al cultivo en un momento tan especial como es el ciclo reproductivo de la soja”, afirmó Sánchez.

Precisó que esas condiciones climáticas se dieron en general: “En lugares puntuales de la provincia se registraron picos de máxima o de mínima, que afectaron en mayor o en menor gravedad los cultivos de soja. Y las lluvias fueron muy variables, tanto en intensidad como en frecuencia; esto se observa en pequeñas zonas de la provincia, donde se pueden ver lotes buenos junto a lotes regulares”.

Respecto del comportamiento fitosanitario, el especialista dijo que en cuestiones de enfermedad fue un año bastante suave, sin graves problemas, debido a la presencia de mancha anillada u otras enfermedades foliares que afectaron al cultivo en muy baja escala. “También se observó mancha ojo de rana, pero los productores hicieron aplicaciones y la controlaron sin problemas”, expresó.

Sánchez contó que a inicios de marzo los técnicos de la Eeaoc detectaron roya asiática de la soja en algunos lotes de la provincia; pero dijo que esto no generó problemas de importancia.

En cuanto a los insectos, indicó que el picudo negro estuvo presente en forma casi permanente. “Se vio reflejado en el estudio poblacional que lleva a cabo la sección Zoología Agrícola de la Eeaoc, indicando que la densidad poblacional de este insecto superó en algunos momentos los umbrales por lo que los productores, al estar al tanto mediante estos informes, pudieron hacer los controles”, explicó.

A fecha de hoy, señaló que en muchos lotes de Tucumán la soja está terminando de llenar grano y que en otros se encuentra en plena etapa de este estado fenológico. “Por lo que si aparecen nuevas enfermedades, debido a que los lotes están bastante avanzados, no tendrían ningún tipo de importancia”, destacó.

Por el contrario, remarcó que aquellos lotes sembrados tarde -principalmente grupos largos-, aún deben ser monitoreados de plagas y de enfermedades, y hacer alguna medida preventiva. “Sobre todo si hay picudo negro, para evitar sorpresas que se pueden dar a final del ciclo del cultivo”, dijo.

Cerró diciendo que, en general, la campaña fue normal y pudo desarrollarse adecuadamente. “El productor tiene todas las esperanzas puestas en el cultivo de soja. Esperamos que los rendimientos estén dentro de los valores promedios adecuados y aceptables; sobre todo porque los cultivos de maíz en la provincia están siendo muy afectados por el spiroplasma, transmitido por la chicharrita”, concluyó.

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