Se negociará un nuevo programa con el FMI

El ministro Caputo admitió que intenta otro arreglo con el organismo. Descarta una devaluación y afirmó que la macroeconomía está ordenada. “La política va a tratar de meter la cola”, indicó

PREDICCIÓN ELECTORAL. “El año que viene el presidente va a ganar, con el 40%, sino con el 60% 70%”, vaticinó Caputo en el foro libertario. PREDICCIÓN ELECTORAL. “El año que viene el presidente va a ganar, con el 40%, sino con el 60% 70%”, vaticinó Caputo en el foro libertario.

Con un ojo afuera y con el otro dentro del país. Así está el ministro de Economía, Luis Caputo, en medio del debate en el Senado de la Ley Bases y el paquete fiscal. Por el lado externo, el Gobierno sigue de cerca la revisión que mañana hará el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto del programa acordado. Caputo fue más allá. Dijo que se negociará “un nuevo programa” pata tratar de que de esa manera “llegue nueva plata” necesaria para salir de las restricciones cambiarias o “cepo”. Lo dijo durante diálogo que mantuvo con el director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abra, en el Foro “Renacer de la libertad en la Argentina”, que se lleva a cabo en el Hotel Hilton de Buenos Aires. Tras esa revisión, se espera un desembolso de unos U$S 800 millones en el marco del Programa de Facilidades Extendidas, justo el día después de que el Senado debata la Ley Bases y el paquete fiscal.

El titular del Palacio de Hacienda aseguró que “no va a ser algo nuevo para ellos” y que “probablemente llevará un poco de tiempo”, pero prefirió no dar precisiones porque “primero hay que acordarlo con ellos”. Luego de exponer en el Foro, Caputo identificó cuatro factores como necesarios para salir del cepo, de los que el primero, el equilibrio fiscal, remarcó que ya está consolidado. Los dos siguientes son el equilibrio de los stocks de demanda y solucionar los problemas de los flujos, en los que destacó los avances conseguidos, en especial con las PyME que ya cuentan con 30 días para obtener las divisas. El cuarto y último factor es que exista “una relación razonable entre la cantidad de reservas y los pasivos remunerados”, una variable en la que, dijo, “todavía no estamos ahí” pero que una vez que se cuenten con los recursos que podrían aportar el FMI dejarían abiertas las puertas al levantamiento del cepo.

El frente interno corresponde a la volatilidad del tipo de cambio. Caputo ha sido claro: no se analiza una devaluación. En ese marco, cuestionó los “infundados rumores” que están circulando. Y también aseguró que “tampoco se tocará el 80/20”, el mix con el que se permite liquidar a los exportadores, “ni el crawling de 2 por ciento mensual”, el nivel de depreciación del peso en el mercado oficial.

El ministro eligió las redes sociales para tratar de llevar calma a un mercado que elevó la cotización de los dólares “blue” y financieros por encima de los $1.300.

Más temprano, Caputo les había dicho a los empresarios que “no hay condiciones macro para que haya susto”. Culpó a la oposición por la suba del dólar y negó que haya una crisis.

“Lo que pasó en el mercado es que la política va a tratar de meter la cola, pero no se enganchen con eso. La macroeconomía está ordenada”, dijo. Y reclamó: “no se coman el cuento, tenemos superávit fiscal, comercial, de cuenta corriente, la situación está muchísima más sólida, es una oportunidad histórica, no hay sobrante de pesos para hacer daño”.

Estrategias defensivas

El malestar con Argentina fue generalizado en las últimas semanas. Los inversores se pusieron nerviosos y activaron estrategias defensivas de rebalanceo de carteras. Este “vuelo a la calidad” implicó que ningún asset class (clase de activos) saliera ileso, evaluó GMA Capital.

El dólar financiero escaló 4% durante la semana pasada y 20% en un mes. Ayer, pegó otro salto. La brecha volvió a superar el 40% y los futuros estuvieron demandados. Por el lado de los damnificados, Lecap (la vedette de los últimos meses), bonos en dólares y acciones padecieron una oleada vendedora.

Según GMA, los temores y movimientos defensivos del mercado habrían sido alimentados desde dos frentes: la creciente dificultad para aprobar las reformas en el Congreso, y banderas rojas en algunas variables sensibles de la macroeconomía. En particular, identificó el menor ritmo de liquidación de granos y un estancamiento del sendero de desinflación esperado. A favor, el Gobierno todavía puede exhibir su conducta fiscal, un logro que desde el Congreso está bajo amenaza permanente, advierte.

Tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía han dejado en claro que el Gobierno no está dispuesto a rifar el ancla fiscal por más presión política que ejerza la oposición. Precisamente, GMA indica que el frente fiscal es todavía el ancho de espadas del Gobierno. La recaudación subió 320,9% interanual en mayo. Es decir, creció 11% en términos reales. Para ver otra medición real positiva, hay que remontarse a agosto de 2023 (+4,6%) cuando el Impuesto PAIS comenzó a ganar protagonismo y el tipo de cambio escaló 27% mensual.

Ansiedad: el mercado, con los ojos en el Senado

El mercado muestra señales de agotamiento, ansiedad e inquietud. Exige mayor delivery en lo referido a las reformas estructurales y algo de certidumbre sobre la salida del cepo. Según GMA, el segundo no podrá ser ejecutado sin el primero y, como el camino ya no depende tanto de Milei, sino del Congreso, los inversores se vuelven cautelosos, recalibran su “optimismo” inicial y buscan cobertura. Antes parecía no haber un escenario en el que las cosas salían mal. Ahora sí, puntualiza la firma. Los ojos del mercado estarán puestos hoy en el Senado.

Comentarios