Científicos del INTA lograron secuenciar el genoma del vector del achaparramiento del maíz

Esto facilitaría el control del insecto y el desarrollo de variedades más resistentes.

Científicos del INTA lograron secuenciar el genoma del vector del achaparramiento del maíz
29 Junio 2024

El Gobierno nacional logró secuenciar el genoma de la chicharrita del maíz. Esto permitirá diseñar estrategias más eficientes para el control del insecto y facilitar el desarrollo de variedades de maíz más resistentes a las enfermedades transmitidas por este insecto.

Se trata de un hito científico para entender la biología del insecto vector que afecta al cereal. Esto posibilitará diseñar estrategias más eficientes para su control. Un trabajo que lleva adelante un equipo de especialistas del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la Secretaría de Bioeconomía del Ministerio de Economía de la Nación, que logró la secuenciación, ensamblado y anotación del genoma de Dalbulus maidis.

Este avance global -es el primero registrado hasta la fecha- se logró a partir de haber detectado que las condiciones de altas temperaturas y abundantes precipitaciones, junto con el escalonamiento en las fechas de siembra fueron las principales causas de la rápida reproducción y migración -del norte del país a la zona núcleo de producción- de esta plaga.

Además del impacto en el control de la chicharrita del maíz, esta investigación proporcionará información para entender la biología, la distribución y la evolución del insecto, lo que ayudará a predecir y a mitigar futuros brotes y epidemias. Además, posibilitará el desarrollo de enfoques más precisos y dirigidos para el control de esta plaga, mediante la reducción en el uso de productos fitosanitarios.

También podría ser utilizado en la mejora genética del maíz, facilitando el desarrollo de variedades más resistentes a las enfermedades transmitidas por este insecto. En este sentido, se podría llegar a comprender aspectos como los genes de inmunidad del insecto, identificar blancos potenciales para el desarrollo de mejores insecticidas, así como genes asociados a su interacción con las plantas infectadas y los agentes patógenos.

El genoma es la secuencia total de ADN que posee un organismo en particular. Secuenciar un genoma implica poder determinar el orden exacto de las bases adenina, citosina, guanina y timina (A, C, G y T) en el ADN.

Para lograrlo, Franco Fernández -biólogo y coordinador del nodo de secuenciación genómica del CIAP- procesó 20 ejemplares de Dalbulus maidis, obtenidos a partir de una colonia sana propagada en invernadero.

En el Instituto de Patología Vegetal del INTA se mantiene una colonia experimental de estos insectos con sanidad controlada. Allí, María de la Paz Giménez Pecci -referente en el estudio de enfermedades de maíz- junto con Mariana Ferrer y Karina Torrico trabajan en el estudio del patosistema, en su comportamiento y en su evolución a lo largo de los años. “Su aporte no solo se limitó a la posibilidad de contar insectos criados en nuestro instituto para este proyecto, sino que su experiencia y conocimientos como referentes de patología del cultivo fueron clave en esta emergencia”, dijo Fernández.

La chicharrita es el vector de cuatro patógenos: dos mollicutes -bacterias- (Spiroplasma kunkelii y Maize bushy stunt phytoplasma) y dos virus (Maize rayado fino virus y Maize striate mosaic virus), que pueden encontrarse en infecciones simples o mixtas y generan la enfermedad “achaparramiento del maíz”. En el Instituto de Patología Vegetal se estudian históricamente todos estos patógenos, y Fernández es referente en el estudio del fitoplasma.

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