Apenas cinco puntos separaban a Argentina de Inglaterra en el marcador, que exhibía un 26-21 a favor de los europeos. 15 minutos faltaban para el final del partido, y “La Rosa” atravesaba sus últimos segundos con un jugador menos por una amarilla, defendiendo cerca de su ingoal. Una intercepción de Benjamin Coen, ingresado instantes antes, terminó en un try que terminó de sepultar las chances de Los Pumitas, que jugaron un gran partido en su debut en el Mundial M20, pero cayeron 21-40.
En el juego, la diferencia no fue, de ninguna manera, la que se terminó plasmando en el resultado final. Pero en el rugby, así como en cualquier deporte, la eficacia, y aprovechar las oportunidades, termina siendo clave. Y así lo fue, en detrimento del gran rendimiento del equipo dirigido por el tucumano Álvaro Galindo.
De hecho, el partido tuvo un comienzo auspicioso para el seleccionado nacional. Después de unos primeros minutos donde debió defender con uñas y dientes, sin poder salir de su campo, y con un viento muy fuerte que complicaba todo, empezaron a inclinar la balanza. Dos veces estuvieron cerca del ingoal rival los argentinos, pero primero una pesca de Henry Pollock, tercera línea inglés, y luego un knock on de Tomás Bocco, centro argentino, evitaron el try. Anotación que, de todas formas, llegó a los 19': Los Pumitas movieron la pelota hacia el sector izquierdo, donde el wing Franco Rossetto logró ganar varios metros, y con mucha categoría, con un pase con una sola mano, asistió a Genaro Podestá, que voló para apoyar, ya sin marca. La conversión de Santino Di Lucca, apertura argentino, puso el 7-0 a favor de la “albiceleste”.
Después de superar un par de sobresaltos cerca de su propio ingoal, llegaría un nuevo try para Argentina, a los 29': de un line en ataque, que Juan Penoucos llegó a cachetear con lo justo hacia el lado argentino, Efraín Elías, segunda línea, aprovechó un hueco y ganó metros, y se la cedió al propio Penoucos, que como pudo, capturó el pase y apoyó. Di Lucca volvió a acertar la conversión, y Los Pumitas se ponían 14-0 arriba.
Lamentablemente para Argentina, la ventaja no pudo mantenerse hasta el descanso. A los 34', Inglaterra anotó su primer try, de la mano del wing Jack Bracken, una de las figuras, tras una gran combinación por izquierda de la que participaron Ben Redshaw, Pollock y Ollie Allan, quien terminó asistiendo a Bracken. Y cuatro minutos después, el propio Redshaw apoyaría la pelota en el ingoal argentino, tras un line en ataque generado por un 50-22. En ambos casos, Sean Kerr convirtió, por lo que, al cabo de los primeros 40', el marcador estaba igualado en 14.
En el segundo tiempo, la historia cambió. Desde el arranque, Inglaterra impuso condiciones, con un ataque mucho más fluido, y un mejor trabajo en el contacto. Los Pumitas empezaron a acusar el cansancio, y la defensa ya no pudo ser tan férrea, lo que le permitió a los europeos despegar en el marcador en los primeros 11 minutos del complemento. El pilar Billy Sela apoyó un try a los 4', y a los 11', Pollock, a través de un maul, hizo lo propio. Kerr anotó una conversión, y falló otra, por lo que el marcador plasmaba un 26-14 que, parecía, empezaba a ser definitivo.
Sin embargo, Argentina reaccionó. Apenas tres minutos después, Benjamín Elizalde, fullback argentino, rompió por el centro, y quedó a metros del ingoal. Con paciencia, Los Pumitas fueron ganando centímetros, y Elías terminó apoyando. Facundo Rodríguez, que había ingresado minutos antes por un acalambrado Di Lucca, convirtió, para acortar diferencias: el triunfo parcial de Inglaterra, ahora, era de 26-21. Con el condimento extra de que, en la jugada del try, Junior K´Poku, segunda línea inglés, vio la amarilla.
Esa diferencia numérica, y la poca distancia en el score, significó una inyección anímica para los argentinos, que sin embargo, no pudieron aprovechar los 10 minutos en los que el rival tuvo un hombre de menos. Cuando faltaban pocos segundos para que K´Poku reingrese, Argentina tenía la pelota cerca del ingoal, cuando Coen, ingresado minutos antes, interceptó un paso y aprovechó para recorrer más de la mitad del campo. Antes de ser tackleado, llegó a patear la pelota, capturada por un compañero en el sector izquierdo del ataque. Kerr recibió la pelota, y abrió un kick muy preciso para Bracken, que capturó la pelota y, sin marca, apoyó por la derecha. El propio Kerr, de drop, convirtió, para el 33-21, que parecía definitivo.
Y si ya era decisiva la diferencia, lo fue aún más tres minutos después, cuando Bracken volvió a apoyar, tras un gran kick propio, y Kerr convirtió nuevamente, para el 40-21 que terminaría siendo definitivo. Un tanto exagerado, quizás, para el desgaste que hizo Argentina, pero que plasmó la efectividad de un Inglaterra que no perdonó, y aprovechó cada chance que tuvo.
Balance positivo para el seleccionado argentino en cuanto al juego, aunque quedará el trago amargo del resultado, sobre todo por lo abultado que terminó siendo, y que le permitió a Inglaterra sumar punto bonus. No habrá mucho tiempo para lamentos: los dirigidos por Galindo tendrán su segundo partido el jueves 4 de julio, a las 14, ante Sudáfrica, en un duelo que será clave para definir el pase a semifinales.