Lionel Scaloni vs Néstor Lorenzo: un duelo entre dos alumnos del mismo maestro

Los entrenadores que llegan al duelo decisivo de la Copa América se formaron bajo el ala de José Pekerman.

Lionel Scaloni vs Néstor Lorenzo: un duelo entre dos alumnos del mismo maestro

Los técnicos argentinos coparon la Copa América. De los 16 seleccionados que participaron, siete tuvieron entrenadores nacidos en nuestro país. Y no sólo eso: cuatro de ellos llevaron a sus dirigidos a ganar sus respectivos grupos y tres lograron meter a sus equipos entre los cuatro mejores del torneo.

Y la final, claro, también tendrá como protagonistas a dos DT argentinos. Lionel Scaloni y Néstor Lorenzo no sólo se conocen, sino que tienen mucho en común y un punto de contacto en sus carreras que tiene nombre y apellido: José Pekerman.

La historia de Scaloni, obviamente, ya es más que conocida para el pueblo futbolero (y no tan futbolero) argentino. El nacido en Pujato fue dirigido por Pekerman en la Sub-20, categoría en la que fue parte del plantel que logró el título mundial en Malasia en 1997. Además, también tuvo al entrerriano en la selección mayor con la que disputó el Mundial 2006.

El propio Scaloni reconoció la importante influencia de Pekerman en sus inicios como DT. “Cada vez que lo escucho se me vienen grandes recuerdos; le tengo un aprecio enorme y que él no haya podido ganar el Mundial no significa que no haya dejado un legado y grandes cosas. Esto también es parte de él porque hemos tenido un montón de cosas de suyas dentro de este último Mundial”, dijo Scaloni en 2023, luego de reencontrarse con Pekerman en el partido despedida de Maximiliano Rodríguez.

Y esas “cosas” que menciona el actual DT de Argentina se notan claramente. Al igual que Pekerman, Scaloni tiene un estilo de juego que depende mucho de la posesión de la pelota; y al igual que José en el Mundial 2006, Scaloni construyó su equipo haciendo hincapié en un mediocampo de buen pie a partir del cual funciona el equipo.

Después, claro, aportó sus propias ideas, pero muchas de ellas surgieron del entrenador que lo marcó fuertemente, principalmente en las divisiones inferiores.

En el caso de Lorenzo, la influencia de Pekerman es todavía más notoria. Y tiene mucho que ver la gran cantidad de años que trabajó junto a él. De hecho, incluso su etapa como jugador tuvo un antes y un después gracias a Pekerman, ya que fue el entrerriano quien, en su cargo de coordinador de inferiores, lo descubrió cuando jugaba en las formativas de Argentinos Juniors.

Subcampeón del mundo en 1990, Lorenzo se retiró a los 32 años de la actividad profesional. Y apenas un par de años después comenzó su carrera en el banco de suplentes, aunque no como entrenador principal sino como asistente, justamente, de Pekerman.

Tras un par de años en la Sub-20 de Argentina, en los que consiguió el título mundial en 2001, acompañó a Carlos Aimar en su paso por Leganés. Luego, volvió a encontrarse con Pekerman en 2004, cuando asumió al frente de la selección mayor en donde tuvo entre sus dirigidos a Scaloni. A partir de allí, Lorenzo no se separó de Pekerman hasta 2018, cuando culminó su ciclo al frente de la selección de Colombia.

El ex defensor nacido en Villa Celina recién tuvo su primera oportunidad como entrenador principal en 2020, cuando asumió en Melgar de Perú. Y vaya si fue una buena carta de presentación: en los 44 partidos que dirigió llevó al equipo de Arequipa a ser campeón del Apertura peruano, y a clasificar a la Copa Sudamericana. Culminó su paso por Perú con una efectividad de casi el 62% producto de 24 triunfos, nueve empates y 11 derrotas. Luego, a mediados de 2022, asumió en Colombia.

Pese a sus antecedentes junto a Pekerman, quien había dejado una gran imagen en la selección “cafetera” a la que llevó a un Mundial tras 16 años de ausencia, la llegada de Lorenzo fue mirada de reojo por el pueblo futbolero colombiano.

Y es que, tras la salida de Pekerman, pasaron por el cargo de DT el portugués Carlos Queiroz y el colombiano Reinaldo Rueda, y ninguno convenció.

Pese al tercer puesto conseguido en la Copa América 2021, el seleccionado “cafetero” tuvo algunas decepciones como la eliminación a manos de Chile en cuartos de final de la Copa América 2019, en donde había sumado puntaje ideal en la primera fase. Y la no clasificación al Mundial de Qatar 2022 terminó derivando en la salida de Rueda. Por eso, los ánimos estaban caldeados en ese país.

Sin embargo, Lorenzo empezó a aumentar su popularidad, y a ganarse el cariño (o al menos el respeto) de los hinchas a base de buenos rendimientos y buenos resultados.

En sus primeros meses, sumó tres triunfos en tres amistosos ( contra Guatemala, México y Paraguay). Y en 2023, ya jugando por los “porotos”, en las Eliminatorias pudo mantener y mejorar el nivel del equipo y traducirlo en resultados. Así, sumó tres triunfos y tres empates en las primeras seis fechas, incluido el 2-1 sobre Brasil como el resultado más destacado. Además, logró buenos triunfos en amistosos contra Alemania y Japón.

Mientras tanto, 2024 hasta acá es inmejorable para Lorenzo y sus dirigidos. En la previa de la Copa América ganó los cuatro partidos que disputó (incluido uno ante España, finalista de la Eurocopa, y una goleada 5-1 sobre Estados Unidos). Y en esta Copa América ratificó lo hecho en todo su proceso, con cuatro victorias y un empate que le permitieron a Colombia volver a una final continental después de 23 años.

Teniendo en cuenta la influencia de Pekerman no es de extrañar que esta Colombia se caracterice por un juego de posesión; aunque sumando también los recursos que le brindan las características propias de sus jugadores.

De hecho, en su llegada al seleccionado “cafetero”, Lorenzo habló sobre el tema marcando algunas diferencias con respecto a su maestro. “Sin duda que José me ha enseñado mucho. He aprendido mucho de él y el estilo puede llegar a parecer el mismo, pero los tiempos cambian, el fútbol cambia y la metodología cambia”, había advertido. Por eso, así como hay similitudes con los equipos de Pekerman, esta Colombia tiene también algunas características únicas, que combinan las fortalezas históricas del seleccionado (un equipo muy físico  con mucha presencia ofensiva de los laterales y que apuesta mucho a la dinámica de sus extremos) con una propuesta de juego todavía más audaz y con mayor tenencia de pelota.

Todo eso es orquestado por James Rodríguez, a quien Lorenzo le ratificó su confianza, y le devolvió su carácter de referente futbolístico.

Así las cosas, lo cierto es que la final del domingo encontrará frente a frente no sólo a dos entrenadores argentinos, sino también a dos DTs de ideologías similares y con un maestro en común.

“Me siento reflejado por Scaloni”, reconoció días atrás Pekerman, que también elogió a Lorenzo. “Estoy muy contento por Néstor que fue mi colaborador número uno en el staff técnico. Afortunadamente, se reencontró el camino; lo ha encauzado ahora con una generación que se fue encumbrando y que ha crecido mucho”, dijo al respecto el entrerriano.

Pase lo que pase, sea quien sea el campeón, está claro que Pekerman verá el partido con una sonrisa, sabiendo que sus discípulos aprendieron a la perfección todas y cada una de sus enseñanzas.


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