Los Juegos Olímpicos de por sí, son un evento caracterizado por una dinámica frenética. La mayoría de las competencias tienen una duración casi efímera, de horas o hasta segundos. Y aunque en la mayoría de los deportes por equipo, hay mucho más tiempo para planificar y digerir cada partido, en el rugby no es el caso ya que la modalidad Seven, que es la que se disputa, también tiene un proceso extremadamente veloz.
Tanto que Los Pumas, después de su primer día de acción, ya están a un sólo triunfo de meterse en la pelea por una medalla.
El seleccionado dirigido por Santiago Gómez Cora tuvo un primer día ideal desde el resultado, algo que era esperable por el gran nivel que plasmó en la última temporada (y por la calidad de sus primeros rivales: Kenia y Samoa). Y aunque tuvo algún momento de zozobra, el seleccionado argentino pudo hacerse fuerte y ganó los dos partidos con un marcador no tan apretado.
Las imágenes más preocupantes llegaron en el debut ante los africanos. Kenia, más fuerte en la rama femenina que en la masculina, llegó a los Juegos tras una buena temporada en el Circuito Challenger, que le permitió ascender al Circuito Mundial; ese donde Los Pumas tuvieron un año brillante. Aún así, en la previa, la diferencia de jerarquía era importante. Pero sólo lo fue en la previa.
Durante casi todo el primer tiempo, Argentina debió jugar sin la pelota. Aunque presionó muy arriba en la salida, cometió un penal en el intento de recuperar la pelota y Kenia, con potencia física y aprovechando algunas indisciplinas argentinas, fue ganando metros. Después de tres minutos y medio, y tras un rato merodeando el ingoal, Chrisant Ejwang terminó anotando el primer try del partido, que con la conversión de Antony Mboya, puso el encuentro 7-0 para alegría de gran parte de los espectadores presentes en el Stade de France, que mostraron una clara antipatía hacia Argentina
Eventualmente, Argentina terminó revirtiendo la historia. Aunque se fue al descanso 5-7 abajo (Agustín Fraga marcó el try, que no fue convertido), en el segundo tiempo la historia cambió, aunque todavía con cierta tensión en el seleccionado nacional.
Un nuevo try de Fraga, convertido por Joaquín Pellandini, le permitió a Los Pumas pasar al frente, pero un try sin convertir de Kevin Wekesa, aprovechando una desconexión argentina con la pelota, puso el partido 12-12. En los últimos cuatro minutos fue todo de Argentina, que terminó anotando 19 puntos gracias a los tries de Tomás Elizalde, Luciano González y Marcos Moneta, con conversiones de Pellandini y Santiago Mare, para el 31-12 final.
En ese primer partido, la sensación fue de que la jerarquía argentina era suficiente para superar a rivales de menor calibre, pero que para jugar ante los mejores, había que mejorar. Y eso hicieron los dirigidos por Gómez Cora en el segundo partido, que jugaron tres horas y media después, ante Samoa.
Al menos, durante el primer tiempo, fueron una máquina ante un rival con muchas desprolijidades. Por eso se fue al descanso 21-0, gracias a los tries de Matías Osadczuk, Matteo Graziano y Pellandini, todos convertidos por este último.
En el arranque del segundo tiempo, un nuevo try de Osadczuk (con conversión de Pellandini) estiró la ventaja a 28-0 y les permitió a los relajarse. Por eso, quizás, Samoa llegó al descuento a través de los tries de Vaa Apelu Maliko y Neueli Leitufia. Claro, fue totalmente insuficiente y Argentina terminó ganando 28-12.
Con esos dos triunfos, Los Pumas se garantizaron el pase a cuartos de final. Aunque con el correr de los minutos el equipo se fue afianzando, todavía hay detalles por pulir, como el line (perdió dos veces ante Samoa en esa formación), el scrum y algunas cuestiones en defensa.
Claro, ideal es que los rivales más accesibles hayan tocado primero para que esos desajustes no terminen costando caro.
¿Las buenas noticias? Que la jerarquía está, sin lugar a dudas. Y que sobre todo ante Samoa,se vio ese equipo que es uno de los mejores del mundo y que recuperó a jugadores claves: Marcos Moneta volvió a jugar ya recuperado de una fractura en el peroné y además, para los cuartos de final, podrá volver Rodrigo Isgró, mejor jugador del mundo en 2023 que cumplirá su sanción tras el duelo ante Australia.
Afinando algunos detalles, está claro que Los Pumas pueden apuntar a repetir, o mejorar, el bronce conseguido en Tokyo 2020. Hoy a las 9:30, cerrarán la fase de grupos ante Australia, en un duelo directo por el primer lugar del grupo. Y por la tarde, jugarán los cuartos de final; si ganan o empatan ante los oceánicos, a las 17:30, ante el mejor tercero; y si pierden, a las 16:30, ante el segundo del grupo C, que tiene a Fiji, Francia, Estados Unidos y Uruguay.