La Selección Sub-23 ganó sin brillar e irá contra Francia en los Juegos Olímpicos

El equipo de Mascherano venció 2-0 a Ucrania, pero terminó segundo por la goleada de Marruecos.

La Selección Sub-23 ganó sin brillar e irá contra Francia en los Juegos Olímpicos Foto: Twitter @Argentina

Primer objetivo cumplido para la Selección Sub-23 en los Juegos Olímpicos de París. El equipo de Javier Mascherano derrotó por 2-0 a Ucrania en el cierre de la fase de grupos y logró la clasificación a cuartos de final. ¿La nota negativa? Por enfrentamientos entre sí con Marruecos, con quien igualó en puntos y en diferencia de gol, terminó segundo y deberá enfrentar nada menos que a Francia en los cuartos de final.

Los cuatro integrantes del grupo llegaban a esta última fecha con tres puntos, producto de un triunfo y una derrota. Para Argentina, la ventaja era la diferencia de gol. Gracias al 3-1 sobre Irak, llegaba como líder.

Sin embargo, no podría terminar el día en esa posición, aún cuando, por momentos, el partido ante Ucrania le presentó la posibilidad de ampliar la ventaja.

Sabiendo de la necesidad de ganar para no depender de nada más, y para intentar terminar primero en el grupo, Mascherano eligió un equipo ultra ofensivo. Con Ezequiel Fernández y Cristian Medina como baluartes en el mediocampo. “Jefecito” juntó a Thiago Almada, Giuliano Simeone, Julián Álvarez y Luciano Gondou,

Para muchos, una propuesta arriesgada. Sin embargo, terminó siendo efectiva; aunque sin demasiado vuelo. Argentina dominó el partido buena parte del primer tiempo con un Simeone muy activo por la banda derecha, y un Almada que trató de ser el líder futbolístico en la construcción. Pero le faltó eficacia en los metros finales.

Hasta cerca del final de los primeros 45’ no había generado casi chances claras, salvo un par de intentos de Julián que no tuvieron el final deseado. La más clara llegó a los 44’, cuando Gondou y Álvarez combinaron y el delantero de Argentinos quedó mano a mano con el arquero Kiril Fesiun, que lo atoró bien y le tapó el remate de zurda.

El grito quedó ahogado en las gargantas de los hinchas argentinos que se acercaron a alentar el equipo en una tarde de sofocante calor en Lyon, con más de 30 grados. También quedó atragantado el grito en las gargantas ucranianas, instantes después, cuando Valentyn Rubchynskyi probó de media distancia y encontró una gran respuesta de Gerónimo Rulli. Así las cosas, la primera mitad terminó 0-0.

Mientras tanto Marruecos ya goleaba 3-0 a Irak (resultado que terminaría siendo definitivo) y que obligaba a Argentina a ganar por la misma diferencia. Claro, si bien con un triunfo por dos goles, la “albiceleste” alcanzaba al conjunto africano en diferencia de gol, el antecedente entre ambos (triunfo marroquí por 2-1) le daba una ventaja a los africanos.

El segundo tiempo comenzó de manera inmejorable para Argentina. Apenas habían pasado dos minutos cuando_Almada, con un gran remate de media distancia que se clavó contra el palo izquierdo del arquero, puso el 1-0.

Fue un desahogo para el banco argentino, y un panorama que se planteaba diferente: con el resultado a favor y con Ucrania obligado a buscar el triunfo, una diferencia de tres goles se veía probable. Al menos si Argentina decidía salir a buscar más tantos. Cosa que no hizo.

Casi que conformándose con la diferencia mínima, empezó a bajar el ritmo de juego, y desistió de la audaz propuesta inicial. De hecho, un ratito después del gol, Mascherano mandó a la cancha a Santiago Hezze, mediocampista central, en lugar de Gondou, para sumar gente en la mitad de la cancha y manejar el trámite.

Sin embargo, los cambios no terminaron generando el efecto deseado. El partido se planchó un poco, pero no exactamente porque lo manejara el seleccionado argentino. El equipo de Mascherano empezó a replegarse y a cederle la pelota al rival. Un rival que, pese a la falta de ideas y de jerarquía, empezó a acercarse cada vez más al arco de Rulli.

Es cierto, Ucrania prácticamente no generó peligro. Tuvo algún remate de media distancia que Rulli contuvo sin problemas, y algún que otro centro peligroso que no terminó en nada. Pero Argentina sorprendió a muchos al prácticamente conformarse con la diferencia mínima diferencia sabiendo lo que pasaba en el otro partido.

De todas maneras llegó un gol más. Con Ucrania desordenado, Kevin Zenón, ingresado en el segundo tiempo, encontró tiempo y espacio para conducir y rematar desde la puerta del área. Fesiun atajó pero dejó un rebote corto y allí apareció otro ingresado, Claudio “Diablito” Echeverri, para definir de zurda y sentenciar el triunfo argentino por 2-0.

La mirada más exigente hace que se mire con cierto sabor amargo el triunfo argentino; porque daba la sensación de que, si se animaba, podía hacer algún gol más. Pero lo cierto es que, aunque no brilló ni mucho menos, Argentina ganó con cierta autoridad y por primera vez desde Beijing 2008, se metió en la fase final de los Juegos.

Es cierto, enfrentar a Francia en cuartos (el viernes a las 16 en_Burdeos) es un desafío mayúsculo y hubiera sido ideal que se diera más adelante. Pero también es cierto que para ser campeón (o al menos para llegar al podio) hay que ganarles a todos.

Para Argentina será una linda prueba en un ambiente, seguramente, bastante caldeado por los antecedentes recientes. Y así como es grande el desafío, es grande la prueba. El que gane tendrá por delante dos partidos por medallas; difícil, pero la ilusión argentina está bien vigente.

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