Las dos claves que le permiten a San Martín de Tucumán seguir en la cima de la Primera Nacional
“La forma más segura de tener éxito es siempre intentarlo una vez más”. La frase del científico estadounidense Thomas Edison quedó reflejada en cada grito desaforado de los jugadores (y sobre todo de los hinchas) “santos”. Abrazos con extraños, lágrimas de emoción y manos a la cabeza incrédulos de todo lo que debieron esperar para celebrar un triunfo crucial de San Martín de Tucumán en la Primera Nacional.
El rebote en el cuerpo de Iván Molinas fue casi “divino”. Un desvío del remate de Juan Cuevas que le permitió al “Santo” cerrar otra fecha más en lo más alto de la zona A.
Lograr cinco victorias al hilo y quebrar la racha negativa contra Chacarita en La Ciudadela (no lo vencía de local desde el 30 mayo de 1998) eran metas a alcanzar por el equipo de Diego Flores. Pero lo cierto es que el trámite no fue nada sencillo.
Al dueño de casa le costó demasiado doblegar a un rival que venía de puros resultados adversos y la suerte, que un principio parecía esquiva para San Martín, finalmente lo acompañó. ¿Por qué se celebró tanto? Simple; porque debía ganar y porque había hecho los méritos necesarios.
A los 47 segundos de iniciado el juego en Bolívar y Pellegrini, Cuevas recibió un pase de Arias y probó al arco. El “10” salió a buscar el gol desde los vestuarios y a pesar de que no lo encontró, de manera casual o fortuita, generó un 95% del tanto agónico. Cuando ya se bajaba el telón del partido, un mal despeje le quedó justo y su potente zurdazo se desvió en el cuerpo de Molinas, que aportó lo suyo para una victoria tan justa como necesaria.
Antes de ese gol a los 94’, los de La Ciudadela habían tenido una concreta en los pies de Junior Arias. El uruguayo, que venía de convertir en Caseros, tuvo tres situaciones y la más clara fue devuelta por un parante.
En medio de pocas emociones y muchas pausas por lesiones en el “Funebrero”, finalmente San Martín encontró lo que buscaba en el complemento; dejando en claro que los últimos 45’ es uno de sus fuertes en la temporada: en las segundas mitades, el “Santo” marcó 18 goles de los 29 que lleva en el torneo.
El resultado podría haber sido más abultado, pero la posición adelantada de Gonzalo Rodríguez ahogó el grito de gol; para colmo al equipo le faltó algo más de decisión en los metros finales del campo.
Con falta de sorpresa y dinamismo, Flores optó por cambiar las piezas en el complemento y acertó. Los ingresos de Máximo Levi (fue actor de reparto en la jugada del gol del triunfo), Gonzalo Klusener, Ulises Vera y, sobre todo, Molinas sirvieron para romper el cero.
No obstante, el principal acierto de “Traductor” fue mantener en cancha, a pesar del evidente cansancio, a Cuevas y Matías “Caco” García, que provocó el delirio de los fanáticos con pequeños destellos.
A pesar de que no sufrió prácticamente nada en el arco de Darío Sand, sólo tuvo un par de intervenciones, la realidad es que San Martín ganó con lo justo.
El líder viene cumpliendo, de local y de visitante. En el mano a mano con los sanjuaninos no puede fallar; ahora deberá ir a Chaco a buscar el sexto éxito consecutivo.