La Eeaoc ajustó las estimaciones de producción para la zafra 2024 a 17,5 millones de toneladas

Debido a las heladas, al escenario favorable para incendios y al eventual abandono de la cosecha de parte del cañaveral, la disponibilidad de materia prima caerá poco más de un 10%, según la Eeaoc.

RELEVAMIENTO. La Eeaoc, mediante observaciones a campo y mediante análisis de imágenes satelitales, constató los daños que sufrieron los cañaverales tucumanos; principalmente, por las heladas. RELEVAMIENTO. La Eeaoc, mediante observaciones a campo y mediante análisis de imágenes satelitales, constató los daños que sufrieron los cañaverales tucumanos; principalmente, por las heladas.
31 Agosto 2024

La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) analizó el avance de la zafra 2024 en Tucumán a fin de ajustar la estimación de producción de materia prima realizada en los inicios. Se realizaron tareas de campo y se analizaron imágenes del satélite Sentinel 2B, del 9 de agosto. Mediante el procesamiento de las imágenes se identificó y se cuantificó la superficie cañera que ya fue cosechada lo que permitió constatar un avance general de cosecha del 53,5% a esa fecha.

El análisis departamental del área cosechada permitió apreciar que la mayor concentración de superficie cañera recolectada se localiza en los departamentos de Leales, de Simoca y de Cruz Alta. En términos porcentuales, los mayores avances se dan en Graneros, en La Cocha y en Leales; los menores, en Río Chico, en Monteros y en Famaillá.

En Tucumán, la ocurrencia de heladas provoca pérdidas en la producción de caña de azúcar, debido a la reducción de la cantidad de caña a moler y al deterioro de la calidad fabril de la materia prima que se procesa. Este año ocurrieron heladas intensas y de larga duración en la mayor parte del área cañera. Si bien a mediados y a fines de mayo ya se habían registrado bajas temperaturas en algunas localidades, durante julio -en especial, del 11 al 16- se dieron los fríos más fuertes y prolongados.

La incidencia de las heladas fue generalizada y con efectos variables sobre el cañaveral que dependen, en gran medida, de su localización, de la variedad implantada, del nivel de crecimiento y de producción, de la posición topográfica, de la cercanía de cursos de agua y/o de zonas de monte, entre otros.

Las observaciones de campo permitieron constatar en los cañaverales dos situaciones bien marcadas. El centro y sur del área cañera -del departamento de Famaillá hacia el sur-, con daños muy severos y con un efecto general y homogéneo. Y el norte del área cañera, donde se registraron heladas menos graves -incluso, en cercanías del piedemonte norte, heladas suaves-.

Para lograr mayor precisión en la estimación de los daños ocasionados por las bajas temperaturas se realizó un relevamiento satelital, mediante la aplicación del índice Normalized Difference Vegetation Index (NDVI), un índice verde que relaciona la reflectividad en las bandas del infrarrojo cercano y el rojo del espectro electromagnético de la luz. Ofrece una medida de la cobertura vegetal y de su vigor, lo que permite el monitoreo de los cambios estacionales y anuales de la vegetación, ya que responde a cambios en la cantidad de biomasa verde.

En el mapa  se visualiza la distribución espacial del área cañera cosechada y los diferentes niveles de afectación por heladas en los cañaverales sin cosechar al 9 de agosto.

La Eeaoc ajustó las estimaciones de producción para la zafra 2024 a 17,5 millones de toneladas

Respecto de los niveles de afectación por heladas, se aprecia un predominio de cañaverales severamente afectados desde el departamento Famaillá hacia el sur. Se destaca el daño en áreas cercanas a zonas de piedemonte, como se aprecia en los departamentos de Famaillá y de Monteros. Los cañaverales medianamente afectados por heladas se sitúan mayormente en los departamentos de Burruyacú y de Cruz Alta, y en el occidente de Leales.

Finalmente, los cultivos de caña suavemente afectados por heladas se concentran en el departamento Burruyacú, en el centro norte de Cruz Alta y en sectores de piedemonte de los departamentos de Chicligasta, de Río Chico y de Alberdi.

Vale agregar que la ocurrencia de heladas, sumada al bajo porcentaje de humedad ambiental propio del invierno -debido a la escasez de precipitaciones- y a las altas temperaturas de fines de julio y de la primera década de agosto, definieron un escenario altamente favorable para la fácil diseminación del fuego en cañaverales con follaje seco. Esta situación se presenta pese a los intensos cuidados que están llevando a cabo los productores para contener el avance del fuego.

Así se detectaron, además de lotes ya cosechados quemados, quema de cañaverales en pie; y en muchos casos se constató un tiempo considerable entre el momento de la quema y la efectiva molienda de la caña, lo que seguramente produjo y producirá considerables disminuciones de peso y de calidad de la materia prima.

Las heladas también afectaron la posibilidad de plantación, al verse dañadas las yemas de las cañas semillas. Salvo excepciones, la mayoría de los productores dio por finalizado el proceso de implantación de nuevos cañaverales.

En base al avance de cosecha, teniendo en cuenta las características de las heladas registradas en julio -que obligarán a realizar un despuntado mayor al habitual-, el escenario favorable para quema -que provocará disminución de peso y de calidad de los tallos- y la necesidad ocasional de abandonar la cosecha de algún sector del cañaveral por falta de calidad de los jugos, la disponibilidad de materia prima caerá un poco más de un 10%.

Dependiendo en alto grado de lo que suceda desde ahora hasta el final de zafra, con las condiciones relativas a lluvias, a temperaturas, a accidentes de quema, a ritmo de molienda, entre otros, el valor final de volumen de caña para molienda de esta zafra 2024, estará en el orden de las 17,5 millones de toneladas.

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