El hombre detenido y acusado de haber entregado el paquete explosivo que estalló el jueves pasado en las oficinas de la Sociedad Rural fue liberado hoy tras recibir la falta de mérito. La decisión fue tomada por el juez federal Daniel Rafecas luego de que el acusado, identificado como A.S.S., de 40 años, fuera indagado el fin de semana y se comprobara la veracidad de su coartada.
A.S.S. había negado su participación en los hechos, afirmando que ese día estaba en una capacitación en el hotel “Salguero Plaza”. Fuentes judiciales informaron que, tras analizar cámaras de seguridad y registros de su teléfono móvil, se verificó que el hombre se encontraba en el lugar indicado entre las 10 y las 13, horario en el que se produjo la entrega del paquete explosivo en una sucursal de Barracas del correo Andreani.
El acusado fue identificado mediante el análisis de cámaras de seguridad en la zona donde el paquete fue entregado. Los investigadores habían rastreado sus movimientos, llegando a la conclusión de que el sospechoso había tomado dos líneas de colectivos. Los registros de su tarjeta SUBE reforzaron las sospechas, pero tras su declaración y la corroboración de su presencia en el hotel, el juez decretó su liberación.
El allanamiento realizado en su domicilio, ubicado en Floresta, había arrojado como evidencia una “Guía T” de la Ciudad de Buenos Aires, en la que aparecía la anotación manuscrita “LA RURAL” junto con la ubicación de las oficinas de la Sociedad Rural. A.S.S. explicó que la anotación era antigua, de más de 10 años, y que ya no utilizaba esa guía.
El incidente que desencadenó la investigación ocurrió el jueves por la mañana cuando un paquete llegó a las oficinas de la Sociedad Rural a nombre de su titular, Nicolás Pino. Al abrir el paquete, la secretaria de Pino sufrió heridas leves en las manos debido a la deflagración, y tanto ella como Pino y otros presentes fueron hospitalizados por inhalación de humo.
Nicolás Pino, horas después del ataque, declaró: “Lo único que puedo decir con certeza es que he transcurrido mi vida cosechando amigos y tengo la suerte de no haber cosechado enemigos. Son episodios que no tienen que ocurrir en la Argentina de hoy”.