La investigación del ataque que sufrió Facundo Ale pende de un hilo. Al no presentarse a ratificar la denuncia que realizaron sus abogados en el Ministerio Público, al fiscal Mariano Fernández no le quedará otra que archivar la causa, ya que si el hijo de Ángel “El Mono” Ale no aporta nombres ni datos, se tratará de un caso de lesiones, delito considerado de instancia privada.
El sábado, pasadas las 20, un camioneta Renault Oroch negra se detuvo en la esquina de General Paz y Amador Lucero en la que se movilizaban tres personas. Una de ellas, descendió del vehículo y con una pistola ametralladora realizó al menos 10 disparos. Tres proyectiles impactaron en el tobillo y en el glúteo de su pierna derecha, otro en su muñeca izquierda y un cuarto plomo impactó en el celular. Facundo Ale fue trasladado al hospital Padilla y horas después le dieron el alta.
La víctima del ataque no realizó la denuncia policial. Sus defensores Ricardo Fanlo y Agustín Monteros presentaron una denuncia ante la Unidad Fiscal de Decisión Temprana. En esa oficina, después de haberla analizado, la enviaron a la Unidad Fiscal Criminal que conduce Mariano Fernández para que investigue el caso de lesiones leves.
El investigador, tal como estipulan las normas, espera que Ale declare como víctima. Con ese testimonio, el denunciante debe aportar datos como las circunstancias en la que se produjo el hecho, posibles autores y los móviles. Pero si no lo hace, la causa deberá archivarse, ya que por ahora se trata de un delito de instancia privada y la ley establece que el Ministerio Público no puede realizar acusaciones sin el consentimiento del damnificado.
Fanlo le confirmó a LA GACETA que su asistido se presentará recién la semana que viene. Argumentó que no lo hizo porque está recuperándose de las lesiones y que, al haber sido absuelto recientemente de una polémica causa de abuso sexual, no estaba en condiciones de presentarse en la fiscalía.
Polémica
Para los investigadores, este hecho está vinculado a la pelea por el dominio de la barra brava de San Martín. Al día siguiente del ataque, en el duelo contra Gimnasia, en la tribuna de la calle Rondeau se desplegó una bandera en la que se denunciaba a Javier “Chuky” Casanova y a Walter “Petiso David” Lobo por actividades vinculadas a la comercialización y al tráfico de drogas. Ambos, según fuentes judiciales, serían rivales de Ale y de las otras facciones de la hinchada.
“Petiso” David negó haber tenido alguna participación en el hecho y le dijo a LA GACETA que no tiene interés de formar parte de ese grupo. “Chuky”, a través de su abogado Patricio Char, se puso a disposición de la Justicia y mostró su interés por colaborar en la investigación.
Los investigadores sostienen que el despliegue de esa bandera no fue casual. Consideran que podría haberse tratado de una venganza o de una estrategia para sacar del medio a los rivales en la lucha por el poder de las tribunas.