El Concejo Deliberante de la Capital sesionará hoy, desde las 9, para elegir sus autoridades hasta el año próximo. Es casi un hecho que el peronista Fernando Juri continuará como presidente del cuerpo deliberativo hasta fines de 2025. Sin embargo, los trascendidos avizoran que habría cambios significativos en lo que respecta a las vicepresidencias y que el alfarismo podría perder protagonismo.
El ex vicegobernador y ex legislador está a la cabeza del Concejo como representante del bloque Peronismo de la Capital: el espacio político más numeroso, con ocho integrantes (el cual es presidido por Ernesto Nagle). Como vicepresidente primero fue elegido el año pasado el Alfarista Carlos Ale (Compromiso Tucumán), y la vicepresidencia segunda es ocupada por Ramiro Ortega (Fuerza Republicana).
De un tiempo a esta parte, sin embargo, todas las versiones apuntan a que se modificará la conformación de la mesa de autoridades y que afectaría sólo a Ale. Según trascendió, la idea inicial era que el ex funcionario municipal quedara como vice segundo y que Ortega pase a ser la segunda autoridad del Concejo. Sin embargo, el alfarismo no quedaría satisfecho con el cambio por lo que en los últimos días tomó fuerza un nuevo nombre: Leandro Argañaraz (UCR - Involucrados).
La magnitud de los bloques suele ser preponderante a la hora de definir las autoridades de un cuerpo deliberativo, así como los acuerdos políticos. El Partido por la Justicia Social inició su camino con tres representantes: Ale, Ana María González y Carlos Arnedo. Este último, sin embargo, se apartó meses atrás y conformó su unibloque: Acción Vecinal. Dicha salida dejó a Compromiso Tucumán con la misma cantidad de miembros que los demás espacios.
Son cuatro los radicales en el Concejo, distribuidos en tres bloques: Gustavo Cobos y José María Canelada (Unión Cívica Radical), Federico Romano Norri (Evolución Radical) y Argañaraz. El último edil, opositor a la Intendencia, es quien suena en las últimas horas para ser la tercera autoridad del legislativo municipal durante el próximo año.
Semanas atrás, representantes vecinales de distintas bancas destacaron de la conducción actual el manejo de las discusiones y la búsqueda del consenso. “Hay que escuchar a cada integrante de los otros bloques, porque en el Concejo Deliberante siempre está el debate y la política. Pero no podría decir si hay o no una renovación de la mesa; sí que hay una fuerte concordancia política entre todos los bloques y eso lleva a una armonía en el cuerpo más allá de la posición política de cada integrante”, observó Nagle.
La elección de autoridades es el único tema que figura en el orden del día de la que podría ser la penúltima sesión del año. Al margen del debate y de los planteos que pueda llegar a haber, se estima que la jornada no sería demasiado extensa.
Lo que se viene
De todos modos, el Concejo cuenta con numerosos temas que aguardan ser tratados por diferentes sectores. En primera instancia, lo más urgente es el tratamiento del Presupuesto 2025, que prevé erogaciones por $317.000 millones (representa una suba del 62% respecto de las estimaciones del año en curso). También quedan pendiente de tratamiento el pliego por el servicio de recolección de residuos domiciliarios (que debe ser tratado para continuar con el llamado a licitación hasta enero) y el de la línea 11, que fue presentado por el Ejecutivo municipal en octubre para iniciar con la licitación del transporte público de pasajeros. Además, se acumulan casi media docena de proyectos sobre la regulación del servicio de transporte a través de aplicaciones.