Bajo un estricto operativo de seguridad, 53 presos fueron trasladados este jueves al nuevo complejo penitenciario de Benjamín Paz, ubicado en el kilómetro 1347 de la Ruta Nacional 9, Trancas.
Los reclusos se encontraban alojados en la División Homicidios, la comisaría 2° y en la alcaidía de Jefatura. El operativo se produce horas después de la inauguración del primer módulo de la cárcel que incluye cuatro pabellones construidos dentro de un predio que contiene infraestructura eléctrica, de agua, cloacas y gas; un área central compuesta por un acceso, sectores de control, administración, zoom, sector de visitas, cocina, talleres de producción y áreas de salud con capacidad para albergar en esta primera etapa a 900 reclusos.
"El complejo tiene 130 hectáreas y tiene una progresividad de crecimiento en caso de ser necesario. Es una obra que se equipara hace casi 100 años a la de Villa Urquiza, pero esta es más grande, con mayor capacidad y con una capacidad evolutiva mucho más importante", explicó el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa.
El objetivo de la habilitación de los nuevos complejos penitenciarios es "liberar las comisarías hasta en un 100%, ya que necesitamos que vuelvan a cumplir la función para las cuales han sido creadas y entregarle al Servicio Penitenciario, que es parte del Ministerio de Seguridad, la custodia de las personas privadas de libertad".
Luego, el funcionario detalló que con el recientemente inaugurado Complejo Penitenciario de Delfín Gallo más el de Benjamín Paz "se liberarán el 50% de las comisarías". Indicó que la cárcel de Benjamín Paz "está catalogada con un régimen cerrado, en un espacio físico donde los reclusos van a poder trabajar y estudiar, tanto en sus celdas como en un patio pequeño para salir, hacer actividades y talleres".