Cartas de lectores: No confundir

Reflexionando sobre la errónea ilusión que inundó a gran parte de la ciudadanía, y es la responsable que del desastroso estado económico y social en que nos encontramos, es de suponer que se debe a que muchos confunden “resiliencia” con “sumisión”. La primera es una cualidad envidiable de una persona que afronta con estoicismo y valentía la adversidad y las dificultades de la vida. La sumisión en cambio, es la actitud cómoda y cobarde de quienes soportan la esclavitud sin una queja ante el opresor. En este contexto se circunscribe la conducta del pueblo que ha soportado durante un año el inhumano ajuste y las privaciones infligidas por un gobierno apoyado en promesas y con el lema de libertad total, ha promocionado comportamientos y perversiones como la xenofobia, la homofobia, la misoginia y la negación del femicidio como delito. Es inconcebible que Milei haya viajado a Davos para hablar tantos absurdos ante un auditorio variopinto de importantes empresarios y funcionarios de ambos sexos. Cometió la torpeza de referirse con inusitada desconsideración al derecho que tiene la mujer de ocupar cargos de alta responsabilidad, como CEO de una compañía. A pesar de que su discurso no cayó bien en el auditorio, algunos representantes o funcionarios de países que padecen desequilibrios fiscales, manifestaron curiosidad y sorpresa por saber sobre el tremendo ajuste aplicado en Argentina. Para ellos, la política aplicada ha sido un experimento inédito que muestra el grado de tolerancia que un pueblo puede soportar. El ajuste llevado a cabo sería como una repetición del conocido experimento efectuado por la biología, que consiste en sumergir un batracio en un recipiente que se va calentando paulatinamente. El animal, en lugar de saltar y salvarse, se va acostumbrando y termina cocinado en agua hirviendo. La confusión que muestra el Presidente se pone en evidencia cada vez que va al exterior buscando aplausos para su política libertaria de permitir toda clase de desviaciones en el comportamiento social. Libertad para drogarse, eximir a un padre de enviar a su hijo a la escuela, liberalidad sexual y permitir la venta de órganos. Ahora amenaza a homosexuales acusándolos de pedófilos.

Humberto Hugo D’Andrea

hdandrea95@gmail.com

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