
CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá.- El presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó el anuncio de Washington de que sus barcos no deberán pagar por transitar el canal de Panamá por ser una “falsedad absoluta” e “intolerable”. “Tengo que rechazar ese comunicado del Departamento de Estado porque está basado sobre una falsedad”, afirmó Mulino en rueda de prensa.
“Eso es intolerable, simple y sencillamente intolerable. Y hoy Panamá plantea al mundo mi rechazo absoluto a que sigamos explorando las relaciones bilaterales sobre la base de mentiras y falsedades”, subrayó.
En medio de una fuerte crispación por la amenaza de Donald Trump de retomar el control del canal, el Departamento de Estado aseguró el miércoles que sus navíos no deberán pagar para transitar por la vía.
Sin embargo, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), un organismo independiente al gobierno creado para administrar esta vía estratégica, rápidamente desmintió el anuncio estadounidense en la noche del miércoles.
El presidente panameño dijo haber dado instrucciones a las embajadas de Panamá para “desmentir” el anuncio del Departamento de Estado. La controversia llega días después de la visita el domingo a Panamá del secretario de Estado, Marco Rubio, quien dijo que el país centroamericano había ofrecido concesiones.

Rubio transmitió al gobierno panameño que no era justo para Estados Unidos estar en una posición de “defender” la vital vía interoceánica y, además, tener que pagar por su uso.
Desde que ganó las elecciones presidenciales en noviembre, Trump no ha descartado el uso de la fuerza para retomar el control del canal, por el que pasa el 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos.
Trump y Mulino tienen previsto mantener una conversación telefónica hoy para hablar sobre el canal interoceánico construido por Estados Unidos, inaugurado en 1914 y entregado a los panameños en 1999 en virtud de tratados bilaterales. La ocupación de la zona que rodea al canal por parte de Estados Unidos fue durante décadas un símbolo del colonialismo sobre América Latina.
Ahora, con la decisión de Trump de retomar la diplomacia del “gran garrote”, como la enunció el entonces presidente Theodore Roosevelt a principios del siglo XX, las tensiones vuelven a emerger.
“El gobierno de Panamá ha acordado no cobrar más tarifas a los buques del gobierno de los Estados Unidos para transitar por el canal de Panamá”, aseguró el Departamento de Estado en la red social X, alegando que la medida representará un “ahorro” de “millones de dólares al año”. Poco después, esta afirmación fue categóricamente desmentida por, la ACP. “La Autoridad del Canal de Panamá, facultada para fijar los peajes y otros derechos por transitar el canal, comunica que no ha realizado ajuste alguno a los mismos”, aseguró la entidad autónoma que administra la vía interoceánica. La ACP añadió en su nota que está “en disposición para establecer un diálogo con los funcionarios pertinentes de los Estados Unidos respecto al tránsito de buques de guerra de dicho país”.

El magnate republicano y Rubio se han quejado de la “influencia” de China en la ruta marítima, sobre todo que una empresa de Hong Kong opere dos puertos en las entradas del canal, y han advertido que Pekín podría cerrar la vía a Estados Unidos en caso de crisis.
La Ruta de la Seda
Panamá niega que China ejerza alguna injerencia en la ruta, pero igualmente ha tomado medidas para responder a las preocupaciones de Estados Unidos.
Mulino, después de su reunión con Rubio, dijo que Panamá no renovará su participación en la iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda, el programa de construcción de infraestructura insignia de Pekín.
El país centroamericano se sumó el 17 de noviembre de 2017 a ese programa lanzado cuatro años antes por el gobierno de Xi Jinping, al que se han adherido más de un centenar de países.