Por la obesidad, más niños tienen males de adultos

Son los más afectados por el consumo de alimentos poco saludables. Las cifras de sobrepeso y obesidad en chicos y adolescentes son alarmantes. En Tucumán alcanzan al 51% de los menores de 19 años. Y ya se están viendo en ellos enfermedades que antes eran comunes en los adultos, como la diabetes tipo 2, la hipertensión, apnea del sueño, alteraciones hormonales y hasta depresión. Por eso, es más que necesario generar cambios hacia nuevos y mejores hábitos de alimentación. Ese es uno de objetivos que tiene el Servicio de Nutrición que abrió recientemente en el hospital de Niños.

El doctor Luis Eduardo Bossi, pediatra y nutricionista de este nuevo espacio, comenta que el servicio surge de una necesidad urgente: abordar el creciente problema de la malnutrición en la infancia, tanto en su forma de desnutrición como en el sobrepeso y la obesidad. Y también otras patologías como la enfermedad celíaca, la diabetes tipo dos, las alergias se alimentarias, los trastornos de la conducta alimentaria, entre otras. “ Como especialista en metabolismo y salud pública, he visto de cerca cómo la nutrición impacta en la salud de los niños a corto y largo plazo. Queremos que este servicio se convierta en un centro de referencia en nutrición pediátrica, incorporando tecnología de última generación para diagnósticos precisos. Buscamos un enfoque integral que no solo trate a los niños con problemas nutricionales, sino que también hacer prevención, que se eduque a las familias y a los profesionales de la salud en la importancia de una alimentación adecuada”, señala.

Bossi opina que sin un plan, la obesidad infantil seguirá en aumento, generando enfermedades crónicas a edades cada vez más tempranas y un impacto en el sistema de salud que será difícil de sostener.

¿Qué estrategias son necesarias?, le consultamos. El profesional enumeró: educación alimentaria en escuelas y hogares, regulación de alimentos ultraprocesados y publicidad dirigida a niños, promoción del deporte y la actividad física, y también acceso a atención médica especializada y herramientas tecnológicas para un diagnóstico temprano.

Alarma

“Las proyecciones son alarmantes. La obesidad infantil se ha convertido en una epidemia global y, si no se toman medidas urgentes, los casos podrían duplicarse en los próximos años. En Tucumán, la situación no es diferente al resto del país y del mundo”, sostiene. Desde 1990, según detalla, la prevalencia de obesidad se ha más que duplicado en adultos y se ha cuadruplicado entre niños y adolescentes de cinco a 19 años.

“Las consultas por enfermedades metabólicas en edades tempranas han aumentado considerablemente. Esto se debe a cambios en los hábitos alimentarios y el sedentarismo, entre otros factores”, dice.

Hay múltiples razones que explican por qué hoy los chicos comen mal. Entre otros, Bossi remarca: cambios en la alimentación, nayor consumo de ultraprocesados, bebidas azucaradas y alimentos hipercalóricos con bajo valor nutricional. También influye la publicidad: los productos dirigidos a niños suelen ser los menos saludables. En las casas, hay menos tiempo para cocinar y la comida casera se reemplaza por opciones rápidas y poco saludables. Además, no hay que perder de vista que la comida poco saludable es más accesible y barata que opciones nutritivas.

Otro factor clave es el sedentarismo: hay un mayor uso de pantallas, menos juegos al aire libre y reducción de la actividad física en las escuelas. “El cambio debe darse en varios niveles. Desde las familias y desde el Estado principalmente”, subraya el médico, especialista en obesidad, en endocronología y en deportologia y nutrición infantil.