

La interna en el peronismo tucumano puede haber vivido su semana más trascendente desde el comienzo de las tensiones; al punto que ha comenzado una suerte de ¿tregua? tácita entre las partes. No obstante, es demasiado prematuro pensar que el curso de los acontecimientos vaya a cambiar. En particular, porque de un lado y del otro desconfían que pueda haber un replanteo de las conductas y hasta se produjeron nuevos desafíos. Incluso la percepción de los hechos de estos días sigue siendo diferente, según quien lo relate y analice.
El suceso que puso un mojón en la diáspora fue la reunión sorpresiva que mantuvieron el miércoles el diputado Pablo Yedlin y el legislador Javier Noguera con Cristina Fernández de Kirchner. De hecho, la semana anterior se había cancelado un mitin al que iban a concurrir 30 dirigentes disidentes de Tucumán al Instituto Patria. Es probable que los resultados electorales obtenidos por el Partido Justicialista el domingo en Salta, en Jujuy, en San Luis y en Chaco hayan apurado la nueva cita. Aunque con matices diferentes, la conclusión es que al PJ conducido por CFK le fue mal y muy mal, según cada caso. Por eso, se alzaron voces críticas desde algunos sectores del justicialismo. El mismo lunes, en Tucumán, el gobernador Osvaldo Jaldo reclamó nuevamente una autocrítica en el peronismo nacional.
Casualmente, ese mismo día el mandatario habría recibido una llamada desde Buenos Aires. Del otro lado del teléfono, una de las personas más cercanas a la ex presidenta le habría adelantado que en los próximos días se concretaría un encuentro en el Patria con el sector disidente, con la intención de enviar un mensaje de unidad. Al menos, esa es la versión que cuentan en el primer piso de la Casa de Gobierno. Un par de días después, Yedlin y Noguera se reunieron con Cristina.
El encuentro se extendió por dos horas, y fue la propia ex vicepresidenta quien más interés habría mostrado por exhibir la imagen. De hecho, el posteo se completó con un texto cuidadosamente redactado y con participación directa de ella, al punto que pidió a sus colaboradores que le acercaran una notebook para escribirlo. Después de detallar que analizaron el modelo económico iniciado por Mauricio Macri y profundizado por Javier Milei, el mensaje cierra con una frase sugerente: “Coincidimos en que este panorama exige, hoy más que nunca, que todos los sectores que conforman el peronismo entiendan que la fragmentación partidaria es funcional a los que endeudan a la Nación, estrangulan la economía y asfixian a las provincias”. La reunión se hizo tan extensa que Noguera y Yedlin debieron cancelar una visita al ex ministro de Economía Sergio Massa, hoy encolumnado con los Kirchner y responsable de ejecutar las decisiones que salen del Patria. Según trascendió, Cristina se mostró ante los tucumanos muy informada sobre la realidad política local y sobre los vaivenes del jaldismo para armar la lista de candidatos a diputado nacional; en este asunto, llegó a preguntar por el devenir del ministro del Interior, Darío Monteros, tras el impacto de aquella denuncia de la Procelac. También descartó una intervención del distrito local del PJ, como el sector disidente venía deslizando a partir del acompañamiento de Jaldo a las políticas de La Libertad Avanza. Remarcó que el partido en Tucumán se encuentra ordenado y en funcionamiento. Así, en caso de no haber entendimiento, los disidentes saldrán a competir en octubre por fuera del PJ y dentro de una coalición liderada por el Frente Renovador. A modo de cierre, la ex jefa de Estado les confirmó que vendrá a Tucumán para apuntalar la postulación de Noguera, acuerde o no con el mandatario provincial.
Cambio de roles
La primera lectura del mensaje puede llevar a inferir que el espacio disidente está a punto de claudicar. Pero un análisis más profundo exhibe en realidad otra cosa. En rigor, se trata de un cambio de roles impuesto por Cristina. Hasta este miércoles, sólo el oficialismo hablaba de unidad y llamaba a sus rivales a confluir en un espacio común o a dirimir diferencias en una interna cerrada. En cambio, a través de su posteo, el antimileísmo tucumano le transfirió al gobernador la responsabilidad de una eventual ruptura en el PJ. Ahora son ellos los que proponen la unidad para enfrentar a Milei y sus políticas y evitar que crezca electoralmente en Tucumán, y la respuesta está en manos de Jaldo. Esto, claro, con algunas condiciones. Por ejemplo, ubicar candidatos en la lista que resistan las políticas libertarias luego en el Congreso. Sobre este asunto fue muy insistente la ex presidenta, al repetir que no entendía el zigzagueo permanente de Jaldo en torno a Milei. Algo así como exigirle una definición: o está en contra, o está a favor; pero ya no en el medio.
Hay además otra lectura válida. Al haberse puesto al frente del “asunto tucumano”, Cristina también les quitó autonomía a los dirigentes díscolos locales. En la reunión, según contaron, la ex compañera de fórmula de Alberto Fernández les mostró un mapa del país con las bancas que se pondrán en juego en cada distrito. A ella, como titular del PJ y como contracara de Milei, le sirve sumar bancas en el Senado y en Diputados. Hoy sólo cuenta, por Tucumán, con el escaño de Yedlin, porque Carlos Cisneros es antimileísta pero no responde al kirchnerismo. Es decir, CFK necesita sumar legisladores que le respondan para tener fortaleza en el Congreso. En otras palabras, el posteo puede interpretarse también como una invitación a Jaldo a consensuar la lista. Entonces, eventualmente, lo que ella pueda acomodar con la Casa de Gobierno tucumana es lo que deberán respetar sus jugadores.
Suponiendo un escenario de acuerdo, hay que descartar de plano que Noguera pueda encabezar la lista. Simplemente, porque Jaldo jamás permitiría esa posibilidad. El razonamiento es sencillo: si el frente que conduzca el PJ gana los comicios, quien lidere la nómina estará en su derecho de capitalizar el resultado para así potenciar su figura hacia 2027. El tranqueño es consciente de eso, por lo que hay que desestimar esa intentona. ¿Y si Noguera se suma a la lista en un lugar salible, como parte de un acuerdo? En ese caso, tanto Jaldo como Cristina podrían resultar beneficiados. Si la jaldista Gladys Medina encabeza la nómina y es electa le permitirá al gobernador retener dos escaños, porque el sillón que hoy ocupa la bandeña pasaría a manos de la saliente diputada Elia Fernández de Mansilla, cuyo mandato vence en diciembre. La esposa de Sergio Mansilla fue la cuarta postulante de la lista de Unión por la Patria en 2023, por lo que debería completar el mandato que liberaría Medina. Así, Jaldo mantendría las dos diputados que hoy tiene y el kirchnerismo ganaría uno. Aún más, la preocupación de Cristina por asegurar que tendrá respaldo legislativo quedó evidenciada en una pregunta que les hizo a los interlocutores tucumanos: quería saber si estaban seguros de que en soledad podrían llegar a obtener una banca.
Lógico, aunque esta especulación podría resolver las necesidades coyunturales de Jaldo y de Cristina, para nada solucionaría el problema político local, porque la realidad muestra que hoy ambos espacios siguen igual de distanciados. El gobernador reaccionó a los mensajes de la vereda de enfrente con ironía en público, y con algunas aclaraciones en privado. Por ejemplo, no se mostrará con el senador Juan Manzur y prefiere no incorporar a Noguera en la lista. Sí, en cambio, está dispuesto a sumar otro nombre que les acerquen. La puerta para que haya conversaciones está abierta. Quizá, uno de esos gestos haya sido la decisión de postergar la presentación del frente electoral, que se había anticipado para ayer. Pero en lugar de exhibir la alianza del PJ con partidos propios y con Libres del Sur, “El Comisario” decidió redoblar la apuesta: aunque estaba previsto el cierre por desinfección en la Casa de Gobierno, ayer por la tarde se habría reunido con el ex intendente Germán Alfaro; según trascendió, con la intención de que a la alianza oficialista se integre el Partido por la Justicia Social. Que el ex compañero de fórmula de Roberto Sánchez pueda o no sumarse al espacio gobernante tiene un impacto potente dentro del peronismo: Alfaro fue uno de los que impulsó ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación el expediente que volteó la intención de Manzur de secundar a Jaldo. Más que un gesto de acercamiento, su arribo se parece más a una declaración de guerra. Además, la arropada del gobernador al ex jefe municipal también implica un mensaje hacia la Intendencia de Rossana Chahla, porque se da justo luego de que trascendiera la denuncia de la actual gestión por un préstamo de $ 500 millones que Manzur le había concedido a Alfaro en 2020, y cuyo destino el municipio desconoce.
Hay otra particularidad del acta constitutiva del frente Tucumán Primero: en el borrador que circula están prohibidas las postulaciones de extrapartidarios. Ergo, los nombres de los ministros del Poder Ejecutivo que sonaban como candidatos quedarían automáticamente descartados.
Tregua con desconfianza
Como se ve, la semana cierra para el oficialismo con una novedad y con chances de llegar a un acuerdo, pero también a kilómetros de distancia de un entendimiento. La ¿tregua? impuesta se desarrollará con la dinámica de la desconfianza: desde ambos espacios estarán midiéndose constantemente y desafiándose. El kirchnerismo espera un gesto del jaldismo en la agenda que se le avecina a Diputados: la oposición a Milei quiere aprobar en el recinto la emergencia en Discapacidad y avanzar con reivindicaciones previsionales, por lo que esperan contar con el aval del bloque Independencia. Por ahora, Agustín Fernández, Elia Fernández y Gladys Medina no recibieron ninguna directiva en particular desde la Casa de Gobierno. Sin embargo, hay quienes imaginan al trío más cerca de la postura opositora que libertaria en estas dos votaciones.
Hasta agosto, cuando deban inscribirse los frentes, jaldistas y kirchneristas oscilarán entre la ruptura y el consenso. Pero la sombra de los últimos resultados electorales de La Libertad Avanza y lo que pueda acontecer mañana con los comicios porteños incidirán en la decisión final: o van a fondo y resuelven la contienda peronista tucumana de 2027 en esta ocasión. o sellan un acuerdo de conveniencia coyuntural para salir de la encerrona y dilatar la batalla final.