BANCO CENTRAL. El Gobierno quiere mantener a raya al dólar.
Más allá de las turbulencias cambiarias, el ministro de Economía Luis Caputo intenta llevar tranquilidad al mercado, reafirmando el programa económico y las nuevas fases que, entre otras medidas, continuará con las reformas estructurales en materia previsional, laboral e impositiva. El titular del Palacio de Hacienda apeló a las redes sociales en momentos en que la gestión del presidente Javier Milei se aproxima a un round electoral, en un distrito complicado: Buenos Aires.
“Solo vamos a acelerar, como quiere la gente. Avanzaremos con las reformas tributaria y laboral para seguir cambiando el país”, posteó Caputo en respuesta a un usuario que reclamó acciones y el cumplimiento de promesas de campaña a la administración libertaria. “Se hizo campaña prometiendo este cambio. La gente quiere que aceleremos, no que frenemos. Y eso es lo que vamos a hacer”, escribió.
El Gobierno llega a las elecciones con un escenario monetario y cambiario que causó dudas entre los inversores a partir de la decisión de intervenir en el Mercado Único Libre de Cambios para bajar la tensión sobre el dólar. En ese marco, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, ratificó la vigencia de las bandas cambiarias acordadas con el FMI y rechazó de plano la posibilidad de una devaluación. Quirno aseguró que la política económica tiene “un norte muy claro”, más allá de la contienda electoral, reforzando la idea de continuidad y disciplina que el Gobierno busca transmitir en la previa a los comicios.
EN WALL STREET. Las acciones argentinas llegaron a caer un 5%.
El clima de incertidumbre ha venido pesando en los ánimos de los agentes económicos en los últimos tiempos, a partir de una habitual dolarización preelectoral, y requiriendo de una mayor intervención de las autoridades durante esta etapa, apunta el economista Gustavo Ber. Según el analista, a poco más de un mes y medio de las elecciones parlamentarias nacionales, “sería conveniente que se transite con la mayor calma posible, dado que viene requiriendo de crecientes esfuerzos tanto en términos de recursos como de sucesivos ajustes en las estrategias monetarias y cambiarias”.
Las intervenciones vienen generando mayor estabilidad en el dólar mayorista, el cual continúa expectante cerca de los $ 1.360, esperando que la búsqueda de cobertura no lo lleve al techo de la banda dado que requeriría de ventas del Banco Central. “Así es que no sólo el Tesoro sino también el organismo monetario deberían desprenderse de divisas, lo cual podría acentuar la cautela ya que los inversores ansían que se acumulen reservas con el fin de reducir aceleradamente el riesgo país, y así poder recuperar próximamente capacidad de “roll-over” de la deuda en dólares, puntualiza Ber. En ese escenario, Quirno explicó que la política cambiaria apunta a alcanzar la estabilidad dentro de las bandas establecidas desde abril: comprando dólares en el piso y vendiendo en el techo. La banda cambiaria se ubicó ayer en $ 950,99 por dólar para la compra y $ 1.471,41 para la venta. El secretario de Finanzas resta dramatismo a las subas, señalando que se trata de un fenómeno “circunstancial”. El banco estadounidense JP Morgan pronosticó dos tipos de escenarios posibles y qué va a pasar con el precio del dólar, de cara a la elección de la Provincia de Buenos Aires.
En el primer caso, el escenario “base”, sería “consistente con una ajustada ventaja del kirchnerismo (igual o menor al 5%), o una victoria de La Libertad Avanza”, donde “las tasas reales podrían empezar a aflojar incluso antes de las elecciones legislativas de octubre”. “El impacto fiscal de tasas reales tan elevadas no resultaría tan perjudicial, y la actividad podría retomar una tendencia positiva en el cuarto trimestre del año”, señaló. Así, LLA llegaría mejor a octubre.
En el segundo caso, JP Morgan determina una victoria de Fuerza Patria con una diferencia de más de cinco puntos, en donde el tipo de cambio “subiría hasta el límite de la banda”, que hoy se ubica en los $ 1.460.
Cotizaciones: suba semanal de $ 20
El dólar cerró la semana con una suba acumulada de $ 20, pero quedó debajo de los máximos tras el anuncio de intervención oficial. La divisa que cotiza oficialmente registró un incremento de $ 5. De esta manera, terminó a $ 1.380 para la venta y a $ 1.340 para la compra en el Banco Nación (BNA). En tanto, el dólar “blue” se ofreció a $ 1.350 para la compra y $ 1.370 para la venta. El paralelo queda, así, a tiro del valor que tenía antes del inicio del nuevo esquema cambiario. Para este mes, la mediana de las proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), elaborado por el Banco Central, ubica el tipo de cambio nominal en $1.362 por dólar.
Riesgo país: el indicador cerró en 901 puntos básicos
En el último día hábil antes de las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, el riesgo país superó los 900 puntos básicos por primera vez en cinco meses. El indicador elaborado por la banca internacional JP Morgan terminó en 901 puntos básicos, un 0,9% respecto del día previo. El riesgo país es un indicador que mide la diferencia que pagan los bonos del Tesoro de Estados Unidos contra las del resto de los países. Si el riesgo país es alto puede repercutir además negativamente en la llegada de inversiones a largo plazo, clave para realizar obras. Además, complica las necesidades financieras de un país, define Rava Bursátil.
Carga fiscal: tributaristas embisten contra la vigencia de ingresos brutos en las provincias
Especialistas tributarios coinciden en que el impuesto a los “ingresos brutos” y al cheque son los dos gravámenes más distorsivos y cuya modificación debe ser prioridad en una eventual reforma. El presidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), Osvaldo Giordano afirmó que “los malos impuestos generan más de un cuarto del financiamiento del Estado” y, en ese contexto mencionó a los Ingresos Brutos, las retenciones a las exportaciones y el impuesto al cheque. “Son tributos que generan distorsiones, desalientan la inversión y erosionan la competitividad del país”, afirmó.
A la hora de brindar alternativas, el economista cordobés propuso sustituir su idea de converger en un “súper IVA” que unifique los tres impuestos que gravan las ventas (Impuesto al Valor Agregado, ingresos brutos y tasas municipales) en un solo tributo.
A su turno, el tributarista César Litvin, CEO de Lisicki, Litvin & Asociados, fue contundente: “Obviamente el que lleva la delantera de los peores impuestos es Ingresos Brutos, el peor de los impuestos del sistema tributario. Le siguen las retenciones a las exportaciones y el impuesto a los créditos y débitos bancarios.” También subrayó que la reforma debe apoyarse en dos pilares: “mejorar la competitividad y simplificar el sistema tributario”.
Y concluyó: “no podemos pensar en reforma tributaria sin equilibrio fiscal sustentable. Necesitamos avanzar hacia un pacto fiscal que le dé previsibilidad y estabilidad al país”.
Ambos especialistas formaron parte del 25° Congreso Nacional de Profesionales de Ciencias Económicas, organizado por la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (Facpce).
























