Miguel Ángel Russo y Claudio Úbeda, ayudante de campo de Boca. Foto tomada de Infobae.
Boca atraviesa un presente deportivo que invita al optimismo. Tras un período irregular, el equipo parece haber encontrado rumbo y resultados, situándose en franco ascenso. Sin embargo, en medio de ese repunte surgió un tema que el cuerpo técnico no está dispuesto a dejar pasar: los reproches públicos de algunos futbolistas al momento de ser reemplazados.
Miguel Ángel Russo, de 69 años y recientemente recuperado de una infección urinaria, decidió poner un freno. La paciencia del experimentado DT ya se había colmado con gestos anteriores y el último episodio lo llevó a dar un mensaje fuerte y claro: las cuestiones extrafutbolísticas no pueden volver a ser noticia en Boca.
El caso Palacios
La última chispa la encendió Carlos Palacios. El chileno, de 25 años, se mostró molesto por su salida en el Gigante de Arroyito y se lo recriminó a Claudio Úbeda, integrante del cuerpo técnico. Russo lo citó para una charla mano a mano y fue contundente: “No puede volver a repetirse”. Aunque se evalúa dejarlo fuera del próximo partido frente a Central Córdoba, la medida sería por cuestiones de rendimiento y no por su actitud.
Cavani y Merentiel, antecedentes
No fue la primera vez que un jugador reaccionó con gestos de descontento. Edinson Cavani, referente del plantel, había manifestado su enojo al ser reemplazado en Mendoza ante Independiente Rivadavia. “¿Por qué a mí?”, le lanzó a Úbeda mientras dejaba el campo. Pese a ese momento incómodo, Russo lo sostuvo como titular en los encuentros siguientes.
También Miguel Merentiel protagonizó un episodio insólito en la tercera fecha contra Huracán: ingresó a la cancha para jugar el segundo tiempo, pese a haber sido reemplazado. Al darse cuenta, corrió al vestuario, donde luego se aclaró la confusión con el cuerpo técnico.
Un mensaje al grupo
El denominador común de estas situaciones llevó a Russo a trazar una línea. A puertas cerradas, el entrenador dejó en claro que no quiere más gestos ni reclamos hacia Úbeda ni hacia ningún integrante del staff. La lección disciplinaria fue transmitida en buenos términos, pero con la firmeza que impone su experiencia. El mensaje fue claro: las decisiones técnicas no se discuten en público.
El próximo partido y los movimientos
En lo inmediato, Boca se prepara para recibir a Central Córdoba el domingo. El rival, descrito como “uno de los mejores rankeados en el mundo”, será un examen exigente. En el armado del equipo, Russo analiza variantes: Williams Alarcón y Alan Velasco aparecen como alternativas naturales a Palacios, mientras que en la defensa hay una disputa pareja entre Costa y Pellegrino para quedarse con la titularidad en la zaga.




















