Clever Ferreira se convirtió en el "matagigantes" de Atlético Tucumán

El defensor paraguayo abrió el marcador de cabeza en el 2-0 del "Decano" sobre el "Millonario", recordó a su bautismo ante Boca y ahora espera ratificar su gran presente con la camiseta de la selección albirroja.

Festejo del gol de Clever Ferreira. Festejo del gol de Clever Ferreira. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL

El apodo de “matagigantes” le calza a la perfección a Clever Ferreira. Su bautismo goleador, tanto en el fútbol profesional como con la camiseta de Atlético, había llegado en una cita especial: con un remate preciso abrió el marcador en los 16avos de la Copa Argentina frente a Boca. Un capítulo que quedó grabado en su memoria y que, al mismo tiempo, significó el inicio de que su nombre comenzara a resonar a nivel nacional. Aquel tanto fue tan valioso que encendió el interés de varios clubes y lo convirtió en un mimado de la hinchada “decana”.

Sin embargo, su última función en el Monumental José Fierro no había sido la ideal. Con el partido resuelto 3-0, a los 93 minutos, cometió una infracción sobre Federico Girotti que derivó en una tarjeta roja. Fue una acción desafortunada. La suspensión inicialmente era de dos fechas, pero la AFA la redujo a una. Igualmente, Ferreira no pudo regresar de inmediato: una lesión lo marginó del viaje a Rosario para enfrentar a Newell’s.

Por eso, su vuelta a la titularidad fue inesperada y brillante. Ante River, y casi como un guiño del destino, volvió a ser el autor del primer grito. Lautaro Godoy levantó la cabeza, lanzó un centro preciso y Ferreira conectó para el 1-0. De nuevo, fue él quien clavó el sablazo inicial frente a un rival que parecía imposible de doblegar. Y para rubricar la noche, Leandro Díaz transformó un penal en el 2-0 definitivo.

La conexión recordó a lo vivido en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero: otro centro de Godoy, otra aparición aérea de Ferreira y el gol que rompió el cero. Atlético ya había dado un aviso temprano. A los cinco minutos, Miguel Brizuela ganó en lo alto y Leandro Díaz gritó el primero, pero el VAR lo anuló por posición adelantada. Ese aviso fue suficiente para exponer la falencia de River: la pelota parada. No hacía falta ir tan lejos en la memoria. En la ida de los cuartos de final de la Libertadores, Palmeiras había abierto el marcador con un cabezazo de Gustavo Gómez tras un centro de Andreas Pereira. Esa fue la fórmula a la que apeló Atlético, y volvió a dar resultados.

Lo de Ferreira, de todas formas, no terminó en su cabezazo goleador. Fue también un caudillo defensivo. Contuvo a Borja, anticipó a Colidio en varias ocasiones y ganó cada duelo aéreo. No le pesó ser señalado como el líder de la última línea del “Decano”. Frustró la mayoría de los intentos del “Millonario” y se erigió en referencia de una defensa que mostró temple. Claro que no estuvo solo: Kevin Ortiz aportó despliegue, Adrián Sánchez corrió por todos y Marcelo Ortiz, su compañero de zaga, coordinó con firmeza. Ese sacrificio colectivo fue vital en el tramo del partido en que Atlético decidió bajar la presión y cederle la iniciativa a River. Allí, el trabajo defensivo cobró un valor enorme.

En el segundo tiempo llegó la daga final. El “Loco” Díaz, a quien ya le habían anulado un gol en la primera mitad (van tres en este Clausura), tomó la responsabilidad desde los doce pasos y estableció el 2-0. El ímpetu ofensivo de River se diluyó frente a la enjundia “decana” y el Monumental explotó. Con ese triunfo, Atlético se acomodó en el 5° lugar de la zona B con 12 puntos y quedó a 10 de Aldosivi en la tabla Anual, un respiro en la lucha por los promedios.

Ahora, la pregunta inevitable: ¿cuánto vale este gol para Ferreira? Esta misma semana, el club recibió la notificación de la Asociación Paraguaya de Fútbol sobre su preconvocatoria para los próximos amistosos internacionales: el 10 de octubre ante Japón y el 15 frente a Corea del Sur. El defensor sabe que Gustavo Alfaro lo sigue de cerca y que su teléfono puede sonar en cualquier momento.

Ferreira ya supo derribar gigantes vestido de celeste y blanco. Ahora, espera tener la oportunidad de hacerlo también con la camiseta "albirroja". Con un presente de goles clave y actuaciones sólidas, se ganó el derecho de soñar con el salto internacional.

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