River volvió a sufrir con el juego aéreo: el gol de Riestra y un karma que no se va
Antony Alonso marcó de cabeza en el Monumental tras un córner y expuso otra vez las falencias defensivas del equipo de Marcelo Gallardo. Los hinchas silbaron y el problema se repite: ya son seis goles similares en los últimos 14 partidos.
Riestra comenzó ganando con un gol de cabeza.
El Monumental fue escenario de otro golpe para River en el Torneo Clausura. El equipo de Marcelo Gallardo perdió 2-1 con Deportivo Riestra, pero la atención se centró en la fragilidad defensiva que volvió a quedar expuesta en el gol visitante.
A los 12 minutos del primer tiempo, Antony Alonso ganó en el área chica y puso el 1-0 de cabeza. El delantero aprovechó un córner ejecutado con comodidad por el uruguayo de Riestra y se impuso ante cinco jugadores "millonarios", entre ellos Miguel Borja y Lucas Martínez Quarta, que no pudieron rechazar.
El error colectivo incluyó además la duda de Franco Armani, que se quedó en la línea en lugar de salir a cortar la pelota. La falta de coordinación dejó a Alonso con el camino libre para inflar la red y desatar los silbidos de Núñez.
La reacción de River
El alivio llegó recién a los 25 minutos, cuando Giuliano Galoppo marcó el empate con un remate preciso. El gol evitó un golpe mayor, pero no calmó la bronca de los hinchas, que volvieron a reprochar las falencias defensivas.
Un karma repetido
Las dificultades en el juego aéreo ya se convirtieron en un karma para River. Desde el Mundial de Clubes, el equipo recibió seis goles similares en apenas 14 partidos:
- Vitor Roque y Gustavo Gómez (Palmeiras)
- Clever Ferreira (Atlético)
- Núñez (Estudiantes)
- Ronaldo Martínez (Platense)
- Y ahora Antony Alonso (Riestra)
Cada uno de estos tantos mostró la misma debilidad: desatenciones en la marca, malas coberturas y un arquero que no logra imponerse en el área.
El clima en Núñez
La suma de errores derivó en un recibimiento caliente para el equipo. Hubo silbidos para algunos futbolistas y cánticos de disconformidad desde las tribunas, un síntoma de la impaciencia que rodea al plantel.
River deberá resolver con urgencia este déficit si quiere pelear en los puestos de arriba. Mientras tanto, el juego aéreo sigue siendo una herida abierta que sus rivales no dudan en explotar.























