El tiempo que tendría la nueva CD de San Martín para decidir el futuro del plantel y salir fuerte al mercado

La dirigencia que asuma a fines de noviembre dispondrá de semanas para planificar sin urgencias y recuperar la confianza del hincha.

El tiempo que tendría la nueva CD de San Martín para decidir el futuro del plantel y salir fuerte al mercado Prensa CASM.
23 Octubre 2025

Atraviesa una transición que marcará el futuro del club. Tras la Asamblea del 31 en el complejo “Natalio Mirkin” y la posterior renuncia de la actual comisión directiva, San Martín elegirá nuevas autoridades a fines de noviembre. No será una etapa sencilla: habrá que definir la continuidad de Mariano Campodónico, revisar contratos, equilibrar las cuentas y reconstruir la ilusión del hincha. Pero, a diferencia de otros años, esta vez el tiempo jugará a favor.

El próximo presidente asumirá con un margen inusual para el fútbol argentino. Si todo sigue su curso, dispondrá de más de dos meses antes del inicio del próximo torneo, previsto para febrero. Ese período, que en otras temporadas fue un lujo imposible, hoy aparece como el principal aliado de la futura conducción.

El recuerdo de la campaña pasada sirve de ejemplo. El 1 de diciembre de 2024, San Martín cerró su participación en la Primera Nacional, luego de la eliminación a manos de Gimnasia de Mendoza. Tres días después, Diego Flores presentó su renuncia.

Pasaron casi 30 días hasta que el 3 de enero fue oficializado Ariel Martos, y recién el 10 de enero llegó el primer refuerzo, Hernán Zuliani. Menos de un mes más tarde, el equipo debutó frente a Almagro. En total, apenas 69 días separaron el final de una temporada del inicio de la siguiente.

Aquel cierre relámpago obligó a improvisar: sin tiempo para planificar la pretemporada ni rearmar el plantel, el equipo perdió consistencia y el proyecto se desvaneció. El resultado fue una campaña irregular y un hincha cada vez más distante.

Punto de partida

El escenario actual es distinto. Con el torneo finalizado y la Asamblea a días de concretarse, la nueva comisión podrá definir su estructura con más calma. El cuerpo técnico, el armado del plantel y la búsqueda de refuerzos se resolverán sin el apuro que caracterizó al año anterior.

Ese tiempo extra también será útil para ordenar las finanzas. Hoy el presupuesto mensual ronda los 500 millones de pesos, mientras que los ingresos fijos apenas alcanzan los 300. Con semanas por delante, la futura dirigencia podrá negociar contratos, reactivar sponsors y planificar campañas de socios antes del regreso a la competencia.

Etapa de evaluaciones

Un punto clave será el análisis de contratos. Jugadores como Darío Sand, Jesús Soraire o Nicolás Castro tienen vínculo vigente, pero muchos otros finalizan en diciembre. Definir renovaciones y bajas con tiempo permitirá evitar errores y armar un plantel más equilibrado, sin decisiones precipitadas ni gastos innecesarios.

Tiempo para planificar

La pausa también ofrece una ventaja competitiva en el mercado de pases. Mientras otros clubes aún definen su futuro, San Martín podrá adelantarse en la búsqueda de refuerzos y negociar sin urgencias. Contar con una estructura deportiva clara y una política de contratación definida será esencial para atraer jugadores que se adapten al proyecto, y no simplemente para completar cupos.

Además, la posibilidad de realizar una pretemporada completa marcará la diferencia.

Si el cuerpo técnico se confirma antes de diciembre, el plantel podrá iniciar los trabajos físicos y tácticos con planificación, algo que no sucedió en el ciclo anterior.

El desafío no será únicamente administrativo. El hincha “santo”, cansado de frustraciones, espera señales claras. Durante el año, las tribunas mostraron un ánimo distinto: menor concurrencia, descontento y cierta desconexión con el equipo. El tiempo entre noviembre y febrero será clave para reconstruir ese lazo.

San Martín inicia una etapa que combina incertidumbre con esperanza. La Asamblea pondrá fin a un ciclo desgastado, pero abrirá una oportunidad única para ordenar, planificar y reconstruir. Si la nueva conducción logra aprovechar el tiempo como recurso estratégico -y no como simple espera- podrá sentar las bases de un proyecto serio.

El reloj corre, pero esta vez no para presionar. Corre para ofrecer una segunda oportunidad. En ese compás, San Martín puede encontrar la calma que tanto le faltó: tiempo para pensar, para elegir y, sobre todo, para volver a creer.

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