En la noche que definió la serie entre Flamengo y Racing por las semifinales de la Copa Libertadores, el protagonista inesperado fue Agustín Rossi, quien sostuvo el arco brasileño en cero durante todo el encuentro en Avellaneda. Con intervenciones decisivas en los momentos más críticos, el arquero argentino fue determinante para asegurar la clasificación a la final gracias al 1-0 conseguido en el duelo de ida.
Tras el partido, Marcos Rojo reconoció públicamente su actuación. “Es un gran arquero, sacó todo esta noche”, expresó el defensor de la "Academia", en una declaración que reflejó el impacto que tuvo Rossi en el desarrollo del juego. La solidez y la seguridad del arquero fueron el sostén emocional y futbolístico de un Flamengo que resistió la presión en un Cilindro encendido.
Rossi atraviesa uno de los puntos más altos de su carrera desde su llegada al conjunto carioca. “Si yo rindo en mi club voy a tener la posibilidad de ser llamado algún día, pero esa posibilidad todavía no llegó. Obviamente espero que eso en algún momento llegue, pero no soy yo quien decide”, dijo el arquero, dejando clara su ilusión por vestir la camiseta albiceleste nuevamente.
El sueño albiceleste
El ex Boca sabe que la competencia por el arco de la Selección es feroz, con Emiliano “Dibu” Martínez como figura consolidada. Aun así, su regularidad lo posiciona como alternativa seria. Rossi acumula más de 120 partidos con Flamengo y ha mantenido el arco invicto en más de 60 ocasiones, una estadística que lo ubica entre los arqueros más confiables del Brasileirao.
Su momento no pasa desapercibido en el ambiente. Referentes históricos y la prensa brasileña coinciden en que el arquero vive una etapa de madurez y rendimiento sostenido. Mientras Flamengo se prepara para la final continental, Rossi mantiene firme su objetivo: seguir demostrando partido a partido que su llamado a la Selección no sería una sorpresa, sino una consecuencia.





















