Tras la eliminación de Racing ante Flamengo en semifinales, la Copa Libertadores ya tiene casi todo definido para su cierre. Solo resta conocer al segundo finalista, que saldrá del duelo entre Palmeiras y Liga de Quito, luego del 3-0 obtenido por los ecuatorianos en la ida en San Pablo. El ganador se enfrentará al "Mengao" en el partido más esperado del año.
La Conmebol ratificó que la final se disputará el 29 de noviembre en el Estadio Monumental de Lima, hogar de Universitario de Deportes. La elección ya había sido anticipada meses atrás, pero fue el propio Alejandro Domínguez quien lo confirmó públicamente, destacando que Perú ofreció garantías deportivas, organizativas y de seguridad para recibir el evento.
El presidente del organismo sostuvo que la capital peruana está preparada para ser anfitriona de una final de alto nivel. Destacó que el objetivo es que la definición esté “a la altura de los mejores del mundo y que viviremos una fiesta del fútbol”. Lima vuelve así a ser escenario continental, tal como sucedió en 2019.
Antecedente reciente
La última final jugada en Lima fue la recordada victoria de Flamengo por 2-1 frente a River en 2019, cuando Gabriel Barbosa marcó dos goles en los minutos finales para dar vuelta el resultado. Aquella definición había cambiado de sede a último momento por la crisis política en Chile, lo que fortaleció la experiencia organizativa de la ciudad peruana.
Con la final única establecida desde 2019, el torneo ya tuvo definiciones en Río de Janeiro, Montevideo, Guayaquil, Buenos Aires y ahora nuevamente Lima. Mientras tanto, los hinchas aguardan quién será el rival de Flamengo: si Palmeiras logra una remontada histórica o si Liga de Quito confirma su ventaja para llegar a una nueva final continental.




















