El megaoperativo policial que comenzó este martes en Río de Janeiro, con el objetivo de desarticular estructuras del Comando Vermelho, uno de los grupos criminales más poderosos de Brasil, generó un clima de extrema tensión y violencia en la ciudad. El contexto impactó también en el fútbol: Flamengo debía regresar desde Argentina tras disputar la semifinal de la Copa Libertadores ante Racing en Avellaneda, y la situación obligó a definir una logística de seguridad extraordinaria para su vuelta.
Según informó la cadena ESPN Brasil, el club diseñó un plan para garantizar que cada uno de los jugadores y trabajadores del plantel lleguen “a salvo a casa”. El periodista Bruno Andrade explicó que el regreso sería inmediato tras el partido y que el traslado tendría múltiples etapas especialmente controladas. “El Flamengo regresará a Brasil inmediatamente después del partido contra el Racing. A continuación, el autobús del club recibirá escolta policial hasta un punto de Barra da Tijuca, donde conductores privados esperarán a los atletas para llevarlos a salvo a casa”, detalló.
La preocupación del club no es nueva. En mayo, el arquero Agustín Rossi sufrió un intento de robo cuando circulaba con su auto blindado tras volver de un viaje con el plantel. Cuatro disparos impactaron contra el vehículo antes de que lograra escapar. A partir de ese episodio, la institución implementó un sistema reforzado de seguridad y monitoreo permanente.
Una ciudad en alerta máxima
La violencia que actualmente atraviesa Río golpea incluso actividades deportivas locales. La Federación de Fútbol de Río de Janeiro postergó partidos de la tercera división del torneo estatal “para evitar riesgos y reducir circulación”. También se suspendieron entrenamientos de divisiones juveniles y de los planteles femeninos de Botafogo y Vasco da Gama. La operación policial en curso ya fue calificada como “la más letal de la historia”: participaron más de 2.500 efectivos, helicópteros y blindados en el Complejo do Alemão y Penha, zonas donde viven más de 280.000 personas.
Mientras tanto, Flamengo permanecía concentrado en Argentina, entrenándose en el predio de Defensa y Justicia y alojado en un barrio privado de Hudson. Tras el partido en Avellaneda, el plantel volverá a Río con la mira puesta también en el Brasileirao, donde deberá enfrentar a Sport Recife en un duelo clave por la cima del torneo, en el que Palmeiras lidera con 62 puntos y el Mengao lo sigue con 61.




















