"Cacería" en Cardiff: Los Pumas derribaron a los “Dragones” de Gales

Con garras, velocidad y carácter, Los Pumas se impusieron 52-28 ante Gales en el Principality Stadium. La manada argentina mostró evolución y dejó su marca en un suelo donde pocos sobreviven.

Mateo Carreras anotó un try en el triunfo frente Gales. Mateo Carreras anotó un try en el triunfo frente Gales. Prensa UAR.

Los “Dragones” son bestias difíciles de cazar. Tienen alas, expulsan fuego y, en este caso, lucen un rojo intenso. Brillante. La caza se complica aún más cuando el cazador tiene cuatro patas, como Los Pumas. No es sencillo combatir desde el suelo contra una criatura que vuela -Argentina todavía está abajo en la historia por 16 a 9-, pero la experiencia y el roce con otros ejemplares empiezan a dar sus frutos. Esta vez, la manada de Felipe Contepomi supo cómo enfrentarse y dominar al escuadrón galés de Steve Tandy. Aunque hubo momentos de turbulencia durante los 80 minutos de batalla, los felinos argentinos salieron victoriosos por 52-28 en Cardiff, sobre un suelo de castillos e historia.

El eco de la victoria se extendió más allá del Principality Stadium. Fue una cacería valiosa, que no solo deja heridas en el “Dragón”, sino también puntos vitales en el ranking de World Rugby. Con el triunfo, Argentina afianza su sexto puesto (84.30) y mantiene a raya a Australia (81.69), su principal perseguidor en la “tabla de cazadores” rumbo al Mundial 2027. Pero la prueba no se midió solo en números: mostró que el equipo de Contepomi sigue creciendo. La manada exhibe avances, aunque todavía está en plena construcción.

En la primera mitad, la agilidad de los argentinos se desplegó por el campo. Eran felinos enceguecidos por la necesidad de dominar, de devorar y desarmar. Y aunque en los primeros minutos se prestaron la pelota en el césped del Principality Stadium, los Pumas se adaptaron rápido al bioma y comenzaron a adelantar líneas para presionar a los “Dragones”. La idea: enjaularlos lo antes posible. Y todo salió según lo planificado: tras un line-out disputado en las alturas, Los Pumas llevaron la pelota al terreno rival y, después de un maul en el que se reunió buena parte de la manada para una serie de pick and go, el santiagueño Pedro Delgado dio la primera estocada del combate. Fue el primer rasguño que hizo sangrar a la bestia alada, y el ímpetu desenfrenado recién empezaba a traducirse en la batalla.

Dos minutos después, Mateo Carreras, un puma con la velocidad de un guepardo y la potencia de un león, utilizó uno de sus pies para colocar un kick precioso para su compañero Gerónimo Prisciantelli, el encargado de asestar el segundo golpe a los “Dragones” (14-0). Pero toda batalla tiene sus complicaciones, y más cuando se trata de bestias sobrenaturales, en las que las condiciones pueden salirse del libreto. Tomos Williams, tras una gran combinación con Tom Rogers, apoyó la pelota en el in goal y le propinó el primer sacudón a los argentinos (14-7). Claro, los “Dragones” seguían con vida. Y, más tarde, Dewi Lake consiguió el try que pronto significó el empate parcial (14-14).

Cuando las llamas de los “Dragones” incendiaban los pensamientos de Los Pumas, Ben Thomas rompió los códigos de la batalla -tras propinarle una patada en la cabeza a Pablo Matera- y el árbitro Ben O’Keefe decidió sancionarlo con una tarjeta amarilla. Esa baja hizo crecer a los argentinos, que recuperaron territorio: primero con un penal ejecutado por Santiago Carreras, y luego con dos tries espectaculares de Simón Benítez Cruz y Mateo Carreras.

La conquista del tucumano, incluso, fue una obra de arte: Matera capturó una pelota aérea, superó a los defensores galeses y lanzó un kick magistral para que Carreras anotara el cuarto try argentino. Así, Los Pumas se fueron al descanso arriba 31-14, y los “Dragones” habían sufrido varios golpes inesperados.

En el complemento, la manada de Contepomi no aflojó. Todavía había sed de conquista, de triunfo. Y Bautista Delguy volvía a rasguñar a los “Dragones”, que ya mostraban signos de cansancio y falta de creatividad. Aunque todavía les quedaba ímpetu para luchar: no iban a permitir que los felinos conquistaran el castillo de Cardiff. Así, Jac Morgan descontó para los locales. Las alas seguían latiendo, y aún podían ilusionarse con la riña.

Prisciantelli, sin embargo, terminó de cortarle las alas a los “Dragones”. Al igual que Nicolás Sánchez en el Mundial de Francia 2023, el apertura robó la pelota durante una salida galesa y cortó por completo las ilusiones de las bestias. Es cierto, Blair Murray marcó un try, pero el duelo no parecía cambiar de tónica. Santiago Grondona, incluso, puso las cifras definitivas para la victoria 52-28.

Cuando el humo del combate se disipó sobre Cardiff, solo quedaron marcas en el suelo y silencio en las tribunas. Los “Dragones” se replegaron entre sus montañas, heridos y sin vuelo. Los Pumas, en cambio, se alejaron con paso firme, llevando en sus garras un triunfo que se siente antiguo, de esos que forjan carácter y memoria.

En el horizonte ya asoma el Mundial 2027, y aunque el camino sigue plagado de bestias, fuego y desafíos, esta manada argentina aprendió algo esencial: que también se puede volar sin alas.

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