Juan Román Riquelme, presidente de Boca y una de las figuras más influyentes del fútbol argentino, volvió a referirse a uno de sus grandes deseos de su primera etapa como dirigente: el fichaje del delantero peruano Paolo Guerrero. Lo hizo durante una entrevista en el pódcast Enfocados, conducido por Jefferson Farfán, donde brindó detalles sobre los motivos que impidieron la llegada del atacante al club.
Juan Román Riquelme, presidente de Boca.
Para Riquelme, Guerrero era un futbolista ideal para vestir la camiseta azul y oro. Un jugador que, según él mismo, tenía todo para destacarse en La Bombonera. Sin embargo, distintos factores terminaron frustrando una negociación que Boca intentó en más de una oportunidad.
“Nació para jugar acá”
En la entrevista, Riquelme recordó el escenario en el que Boca intentó avanzar por el exdelantero de Bayern Múnich. Por entonces, el peruano jugaba en el Inter de Porto Alegre y el club buscaba un reemplazo de jerarquía tras la salida de Darío Benedetto y la falta de contundencia de Franco Soldano y Ramón Ábila.
El ídolo "xeneize" explicó que la operación quedó estancada por el estado físico de Guerrero y por diferencias entre los clubes, aunque insistió en que su convicción futbolística era total.
“Paolo estaba con un tema de su lesión, nosotros hemos mandado al doctor Batista. Lo miró y yo creo que hay jugadores que, no es por quedar bien, pero nacieron para jugar acá. Paolo lo hubiera hecho muy bien. Pero bueno, no se pudo”, dijo.
Un interés que se repitió en 2022
El primer intento formal se dio en plena pandemia, un contexto que complicó las negociaciones. Boca no logró acordar con Inter de Porto Alegre y la operación quedó en pausa.
Dos años más tarde, en 2022, el club volvió a mirar a Guerrero como refuerzo para la Copa Libertadores. Pero, nuevamente, la posibilidad se desvaneció: el delantero estaba lesionado y debía enfocarse en su recuperación.
Así, un sueño que Román identifica como uno de sus “anhelos” más fuertes de aquel momento quedó definitivamente trunco.
Un recuerdo doloroso como dirigente
Las fuentes también remarcan un episodio que Riquelme describe como uno de los momentos más duros de su etapa dirigencial: la eliminación ante Alianza Lima en la fase 2 de la Copa Libertadores. En ese cruce, Paolo Guerrero -el mismo que había sido uno de sus grandes deseos- ingresó en el segundo tiempo del partido de vuelta y convirtió su penal en la tanda que sentenció la serie.




















