Hugo Moyano. ARCHIVO
Hugo Moyano ratificó su liderazgo absoluto y fue reelecto al frente de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, al extender su mandato hasta 2029. La jornada, celebrada en el predio del Club Camioneros en Esteban Echeverría, no solo confirmó la continuidad del dirigente de 81 años —en el cargo desde 1987—, sino que oficializó una profunda reestructuración interna: el ascenso de su hijo menor, Jerónimo Moyano, y el definitivo desplazamiento de su primogénito, Pablo Moyano.
El congreso ordinario, donde 301 congresales avalaron a la única lista presentada sin incidentes, cerró una etapa de alta tensión y fracturas dentro del "Clan Moyano". La nueva conducción ubicó a Jorge Taboada (Chubut) como Secretario Adjunto y catapultó a Jerónimo Moyano (26), quien deja la Secretaría de Juventud para ocupar la Secretaría Gremial e Interior, convirtiéndose en el virtual número tres de la organización.
El ocaso de Pablo y la purga interna
La exclusión de Pablo Moyano confirmó el quiebre de una relación filial y política desgastada desde hace, al menos, cuatro años. Las discrepancias abarcaron desde el manejo de la obra social hasta la estrategia ante la CGT y el gobierno de Javier Milei. Cabe recordar que Pablo renunció al triunvirato de la central obrera al criticar la "tibieza" de sus pares. Junto a él, también quedó fuera de la Federación Marcelo “Feúcho” Aparicio, ex vocal titular y aliado del sector desplazado.
Esta ruptura tuvo su capítulo más visible semanas atrás, cuando facciones opuestas dirimieron sus diferencias a golpes durante un torneo de fútbol interno. Sin embargo, fuentes gremiales aseguraron que el congreso transcurrió en calma: "No hubo heridos, ni física ni moralmente".
Desgaste y críticas a la gestión
Pese a la victoria, el liderazgo de Hugo Moyano enfrenta cuestionamientos inéditos. Sectores disidentes señalaron que su avanzada edad le impide ejercer el poder con la contundencia de antaño, una crítica alimentada por el cierre de paritarias en línea con el tope del 1,5% mensual sugerido por el Gobierno, al quedar por debajo de la inflación.
Aunque Moyano logró mantener a Octavio Argüello en el consejo directivo de la CGT, su influencia en la calle y en la política nacional luce menguada.





















