Jaldo, Jalil y el nuevo poder de los gobernadores: las claves del peronismo que se viene en el Congreso

EN LA MISMA RUTA. Los gobernadores dialoguistas Jaldo y Jalil cortan la cita para inaugurar el tramo. EN LA MISMA RUTA. Los gobernadores dialoguistas Jaldo y Jalil cortan la cita para inaugurar el tramo. ARCHIVO

El año electoral dibujó una nueva cartografía del poder. En ella, los gobernadores pretenden dejar de ser espectadores del tablero porteño para convertirse en piezas decisivas. Las certezas del panorama nacional se relativizan a medida que se mira hacia el interior del país. Las internas, los resultados de las urnas y las necesidades locales dan matices distintos a cada jurisdicción. Por eso, hay mandatarios provinciales que, tras los comicios, activaron un plan propio: blindar su influencia en el Congreso con bancadas que respondan a sus intereses, que puedan inclinar votaciones clave para la Rosada y que sean las cartas para negociar recursos con la Nación.

En un escenario áspero y polarizado, la fuerza de los números parece ser la moneda más estable a la que apostarán los mandatarios.

En las elecciones del 26 de octubre se renovaron 127 diputados y 24 senadores. En el caso de Tucumán, sólo se eligieron nuevos representantes en la Cámara Baja. El frente Tucumán Primero de Jaldo se llevó dos y La Libertad Avanza (LLA), los dos restantes.

La victoria general de los libertarios en el país y los movimientos que hizo con aliados ideológicamente afines y con el peronismo dialoguista le permitirá crecer y estar a un paso de convertirse desde este miércoles en la primera minoría en Diputados. A su vez, el peronismo en ese recinto parece desgranarse con el paso de los días y las posiciones que toman sus referentes.

Hasta ayer, Unión por la Patria (UxP) contaba con la expectativa de 96 bancas y los morados, con 94. Pero pronto ese balance se invertiría.

Aunque mantiene la incógnita de manera pública, el gobernador catamarqueño Raúl Jalil retirará a sus cuatro representantes y esto será determinante para que el marcador quede 94 (LLA)- 92 (UxP), convirtiéndose en primera y segunda minoría respectivamente.  

En el Senado, del 10 de diciembre en adelante, el PJ seguirá adelante, seguido por LLA.

Las estrategias para construir poder en ambas Cámaras apuntan a conseguir el bien más preciado, que es nada menos que la gobernabilidad para la etapa que sigue.  

El plan Jaldo

Las decisiones del gobernador tucumano en relación al Congreso se dieron en cuatro tiempos. La mayoría de los pasos fueron anticipados y de riesgo. Pese al alto costo político de todos ellos, el mandatario se mantuvo firme y cosecha los beneficios de haber acertado en la estrategia.  

1-El quiebre del bloque. En enero de 2024, retiró a sus tres diputados (Gladys Medina, Elia Fernández y Agustín Fernández) del armado de UxP para conformar su propio bloque, el “Independencia”. Primer abanderado del dialoguismo con la Rosada, fue cuestionado por el partido nacional.

La postura amigable con LLA dio pie a que el sector que durante la interna conformó el manzurismo constituyera una línea interna antimileísta. Si bien su antagonista Juan Manzur emergió como referente, otros dirigentes como Pablo Yedlin y Javier Noguera se pusieron a la cabeza.

2-La idea de un interbloque. El gobernador Jaldo pensaba en asociarse con otros sectores, como el de los jefes provinciales, para trabajar en interbloque desde antes del armado de las listas de candidatos. Analizó los posibles escenarios y previó los resultados generales. En aquel momento las posibilidades eran conformar un bloque general o bien, mantener el propio y trabajar en conjunto en proyectos que resulten de especial interés.  

3-La unidad del peronismo y su candidatura. Jaldo venía analizando desde principios de año la posibilidad de ponerse a la cabeza de la nómina de candidatos. Además de esto, ante la posibilidad de una puja intestina en Tucumán, el tranqueño negoció un acuerdo transitorio con Manzur.

La inclusión de Noguera en la lista, en un lugar “salible”, fue el comienzo de la jugada para neutralizar la competencia interna. Luego, derivó en las inclusiones del propio Manzur y del vicegobernador Miguel Acevedo como candidatos. Finalmente, Medina alcanzó un nuevo mandato (el que deja a medias lo completará Elia Fernández) y Noguera llegará a la Cámara Baja.        

4-Mantener Independencia. Apenas pasadas las elecciones, abundaron -y abundan- las especulaciones sobre cómo se acomodarán los bloques. En el caso tucumano, Noguera era una incógnita, porque estaba latente su participación en UxP. Finalmente, acordó con Jaldo. El mandatario garantiza así mantener tres asientos en su bloque (se vence el mandato de Agustín Fernández). Por otro lado, Tucumán sigue teniendo dos diputados -que no responden a Jaldo- en el bloque peronista: Yedlin y Carlos Cisneros.    

Interbloque

El gobernador participó esta semana de la reunión con sus pares en Buenos Aires para avanzar en la configuración del nuevo espacio legislativo. Si bien no hubo un progreso significativo, si ratificaron la intención de concretar la alianza con el objetivo de sumar la mayor cantidad de escaños. Los celulares estallan y las conversaciones se multiplican. Las especulaciones también.

El alcanzar una quincena de bancas en Diputados les permitiría a los titulares de los ejecutivos ubicarse en sector numeroso por detrás de los mayoritarios. Si logran esa cantidad y el resto se sigue fragmentando, podrían aspirar eventualmente a un lugar en la mesa de conducción, a dirigir comisiones o a integrar la Auditoría General de la Nación (AGN).

Los que están firmes para trabajar en conjunto son Jaldo, Gustavo Sáenz (Salta), Jalil, Hugo Passalacqua (Misiones) y Rolando Figueroa (Neuquén). Todos viven situaciones diferentes, por los resultados electorales que obtuvieron y las posibilidades de maniobra.

Figueroa, por ejemplo, no integrará el interbloque pero sí el frente de trabajo. Cuenta sólo con un diputado y un senador.

Están en diálogo con representantes de San Luis, de Río Negro y de Jujuy.

La semana que viene, cuando juren los nuevos diputados, se firmará el acta de integración y allí se despejarán las dudas.

Los intereses en común de los gobernadores tienen que ver fundamentalmente con recibir mayores recursos. Hasta ayer, el diálogo con la Nación había sido sólo por el Presupuesto 2026. Los mandatarios esperan que la Rosada tenga especial consideración no sólo por el número que manejarán sino también porque fueron clave para la sangría en UxP y que LLA pueda ser la primera minoría.  

En el Senado, en tanto, podrán abroquelar una decena. Por Tucumán estará Beatriz Ávila (Partido por la Justicia Social). Si bien fue electa por la oposición, hoy forma parte del oficialismo a partir de los acuerdos que Jaldo tejió para las elecciones. Los dos parlamentarios restantes, Manzur  y Sandra Mendoza, estuvieron en el mismo frente, pero por la línea antimilei. La famaillense habló con Jaldo, pero se rehusó a irse de UxP. Sí accedió a votar en sintonía con algunos de los pedidos del gobernador.  El caso de Manzur es distinto: es autoridad nacional del PJ, por lo que no debilitaría el bloque de UxP con su salida, y el diálogo con Jaldo está totalmente cortado.  

Jaldo, el espejo de Jalil

Los mandatarios que vienen charlando para iniciar este nuevo diseño político se impacientan porque el anuncio de Jalil no llega. Saben que sucederá, pero no cuándo. Creen que está demorando hasta tanto se acerque el día de la asunción.

La definición, sin embargo, tiene un matiz diferente a la que tomó Jaldo. El tranqueño se adelantó a todos y lo hizo en un tiempo menos turbulento. El PJ tenía un grupo cuantioso y seguía siendo la primera minoría. Por estos días, Jalil permanece en un bloque que está a un pelo de romperse. El peronismo está contando banca por banca para sobrevivir políticamente con fortaleza y poder pelear comisiones y autoridades en la mesa. El costo político será fuerte.  

“La distribución del poder en el Congreso es lo que está encorsetando a Jalil. Sufre presiones del Gobierno y del otro lado”, comentó un conocedor de los pasillos legislativos nacionales.

Diversas fuentes indicaron que lo que mantendría unida a la bancada es la expectativa por el reparto de comisiones y otros espacios relevantes. Las líneas diferentes tienen diferencias para poder mantener la cohesión. A la hora de marcar uno de los puntos de discordia hay, por separado, dos nombres propios: Cristina Fernández y Juan Grabois.

En cuanto a la ex presidenta, los cuestionamientos no son nuevos. No son pocos los peronistas que no admiten que les sigan bajando órdenes de manera inconsulta, que creen que abona divisiones y que consideran que debe dar lugar a otros liderazgos.

En el caso de Grabois, diferentes referentes expresaron que hay justicialistas que no quieren trabajar con su línea porque entienden que los trató de “casta” para llegar a ser casta. De hecho, la idea original de parte del PJ era excluir a Grabois y La Cámpora y acercar a los gobernadores. La intermediación del Gobierno impidió que este plan prosperara.

Además de estas vertientes, están vigentes líneas como el massismo, el kicillofismo, la CGT o los diputados sin mandatarios que los representen.

“En el fondo hay una pelea por quién representa al peronismo y cómo será el peronismo que viene”, subrayó un dirigente del PJ que sigue de cerca el bullicio nacional.

La nueva cartografía del poder sentó a los gobernadores en un lugar de privilegio. Lo que está en juego es más que la ingeniería de un armado, son las relaciones provincias-Nación y el futuro del peronismo.

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