Qué gana Germán Alfaro con las versiones que lo ubican en distintos cargos
Aunque por ahora no hay definiciones formales sobre un eventual desembarco de Germán Alfaro en el Gobierno provincial, las versiones que lo mencionan para distintos cargos no pasan inadvertidas. En el oficialismo generan ruido; en la oposición, reproches. Y en el tablero político tucumano, mantienen vigente a un dirigente que conoce el valor de estar en la conversación.
Desde hace meses, el nombre de Alfaro aparece asociado a distintos cargos y funciones dentro del esquema provincial. Si bien él mismo aclara que no tiene ofertas ni interés inmediato en asumir un puesto, el efecto político ya está en marcha.
En el jaldismo, estas versiones provocan molestias internas. Es lógico: el pase de un dirigente que hasta hace poco integraba la oposición genera inquietud en la estructura oficialista. A esto se suma un punto sensible: la dirigencia capitalina ha competido contra Alfaro en sucesivas elecciones.
En la oposición, las repercusiones tampoco pasan desapercibidas. Hay sectores que le reprochan haber utilizado al espacio en su momento y que hoy observan con distancia este acercamiento informal al oficialismo.
Para Alfaro, el beneficio principal es claro: vuelve a estar en la conversación pública. Tras haber dejado la intendencia y luego de una derrota electoral, aparecer nuevamente como una figura con potencial.
Además, Alfaro tiene un capital político concreto: una senadora, legisladores y concejales. Ese peso específico le permite negociar desde otro lugar y mostrarse como un actor al que conviene tener en cuenta.
Una lectura extendida en distintos sectores es que Alfaro está haciendo una inversión política. Y que el retorno puede no ser inmediato ni necesariamente para él: puede traducirse en espacios de decisión para su armado, especialmente en la estratégica contienda por San Miguel de Tucumán en 2027.



















