Goitea, quien halló el cuerpo, dijo que no quiere volver a vivir algo así

El joven aseguró que si no hubiera sido por su caballo, que se asustó, no habrían descubierto el cadáver de la joven.

LA GACETA/ JORGE OLMOS SGROSSO LA GACETA/ JORGE OLMOS SGROSSO
26 Abril 2006
Marcelo Goitea (foto) se resiste a repetir una vez más la misma historia. Sin bajarse del caballo, se justifica ante LA GACETA diciendo que ya contó todo. Pero se refiere sólo a lo que ocurrió el sábado 11 de marzo, cuando él y su hermano Sergio encontraron el cuerpo de Paulina Lebbos. “¿Cómo es tu vida desde entonces”, se le preguntó. “Trato de que sea como siempre, de hacer todos los días mi trabajo, pero, por supuesto, no quisiera volver a vivir algo así”, destacó Marcelo.
El joven estaba listo para ir a trabajar -cuidan los campos y los caballos de polo en la zona-, y Sergio ya había salido. Volvió a contar cómo esa tarde del 11 de marzo, a eso de las 14, cuando iban por la ruta a Tapia, los caballos se asustaron. “Al asomarnos para ver qué podían haber visto los animales, nos dimos cuenta de que había un cuerpo. Fuimos a contarle a nuestro patrón y él vino más tarde con la Policía”, relató, a la vez que confirmó que los agentes les pidieron que declararan que ellos sólo habían ayudado en la búsqueda del cadáver. “Nosotros queremos que esto se resuelva rápido y que se olvide; la gente de aquí no tuvo nada que ver, acá todos trabajan; no queremos que se hable de Tapia solamente por este caso, ni tampoco que se nos involucre a nosotros”, finalizó Marcelo.