"Además del sadismo de la muerte, había tortura mental"

La esposa de un desaparecido revivió la noche del secuestro. Contó que Zimmermann le dijo: "quién le dice que su marido no está con otra mina en el Caribe".

REVISION DE LOS 70. La esposa de Hugo Díaz relató que estaba embarazada cuando secuestraron a su esposo. LA GACETA/ANALIA JARAMILLO REVISION DE LOS 70. La esposa de Hugo Díaz relató que estaba embarazada cuando secuestraron a su esposo. LA GACETA/ANALIA JARAMILLO
24 Febrero 2010
Sentada frente a los jueces, Silvia Magdalena Frías se remontó a junio de 1976. Más precisamente, a la noche en que su esposo, el odontólogo Hugo Díaz, fue secuestrado de la casa en la que convivían, cuando ella estaba embarazada de cuatro meses. "Sus últimas palabras fueron "chau flaca" y lo sacaron de mi cama", revivió la mujer, en el marco del megajuicio por la existencia de un centro clandestino de detención en la ex Jefatura de Policía de Tucumán. 
Frías recordó también la frustrada búsqueda que emprendió después de esa noche. "Supimos que estaba vivo en la Jefatura y fuimos a la central de Policía, donde nos atendió Mario Alberto Zimmermann. Me dijo: "quién le dice que su marido no está con otra mina en el Caribe". Además del sadismo de la muerte y de la tortura física, había tortura mental", manifestó.
Otro de los testigos que declaró hoy fue el comisario mayor (r) Miguel Angel Chuchuy Linares, quien declaró que en la ex Jefatura existía un sector al que no podían acceder los policías, ya que sólo ingresaban militares. "Donde queman las manos no se entra, no se pasa, no se ve. Por eso no puedo decir qué hacían allí", señaló.
Durante la siesta, declararon dos testigos más: el contador Raúl Edgardo Elías y el abogado Carlos María Gallardo, ambos citados por la querellante Laura Figueroa. Los dos dijeron haberse dado cuenta de que estaban detenidos en la ex Jefatura por el tiempo que transcurrieron allí y porque escuchaban la sirena de la cervecería Norte (emplazada donde hoy se encuentra Carrefour).
A su turno, Elías reconoció a Luis de Cándido -uno de los imputados- como su captor y torturador, y agregó que cada vez que se lo encontraba, ya en tiempos de democracia, lo atosigaba con gestos o miradas. Mañana, el proceso se reiniciará a las 9, con la declaración del testigo Juan Martín Martín. LA GACETA © 

Comentarios