02 Octubre 2012
NO ESTUVO EN SU DIA. Almerares peleó mucho contra los defensores de Merlo y ganó, pero no pudo convertir. LA GACETA / HECTOR PERALTA
El lunes corre con poca prisa. Está en pausa. El calor inquieta y obliga a no pisar el acelerador. Tampoco lo vale el día. La reunión, importante si las hay, valga la aclaración, fue para mantener al grupo enfocado y en acción. Los titulares, aquellos que se ganaron con agonía y festejaron ante Merlo el domingo, hicieron lo típico de un regreso de semana. Movimientos regenerativos, ejercicios de elongación y luego recibieron el pase libre.
El ánimo estaba por las nubes en varios protagonistas. Y para aquellos que parecían de capa caída, recibieron caricias de sus simpatizantes. Uno de ellos fue César Montiglio, de los más criticados mientras la derrota con el "charro" era un común denominador en el "José Fierro". "Cómo sufrí por vos el domingo, Montiglio", le confesaba al carrilero una de las chicas del hockey, que aprovechó la oportunidad para sacarse una foto con él, con el hombre gol de Atlético, Luis Rodríguez y César More. "Monti" recibió unas palmadas, felicitaciones de la mesa de comensales del hockey y se fue a las duchas con una sonrisa mayor a la que había mostrado en 25 de Mayo y Chile el domingo.
Otro de los que no vivió la mejor noche del domingo fue Federico Almerares. Hubo una acción clave que falló. Tuvo el empate a los 39' del complemento y se lo comió. "Llegué a mi casa y vi la jugada cinco veces por la tele. No lo podía creer en ese momento", se sincera el delantero que falló en la puerta del arco de Giordano. Su intento terminó sin veneno en las manos del arquero visitante.
Hay una explicación al respecto. "El arquero salió a apurarme y la pelota me queda mal. Le di con la punta del botín. Una lástima, porque nos daba el empate y teníamos tiempo par remontar el partido", recrea su pesadilla el punta, antes de respirar aliviado.
"Por suerte se pudo ganar. Eso demuestra que este grupo está muy unido... Cuanto más unido estás, más cosas importantes te salen", asegura el ex River, quien no ve aquella maravilla que llevó su firma en el 5-2 a Defensa, en Florencio Varela, como una carga sobre su espalda. "No es una mochila. El fútbol es así. A veces hacés goles, otras veces los errás. Lo bueno es que me están quedando situaciones. Debo mejorar la definición".
Sed de revancha
La pifia ante Giordano le sigue picando cerca. La pelota sigue sin entrar. "Me quería morir. Me apuré y le di casi con la punta del botín -insiste-. Ojalá el sábado pueda entrar y traer los tres puntos de Junín. No importa cómo sean los goles", se ilusiona Almerares y guarda una declaración para el cierre: "trabajás toda la semana para tener una oportunidad así pero después la fallás. Qué bronca te da".
El ánimo estaba por las nubes en varios protagonistas. Y para aquellos que parecían de capa caída, recibieron caricias de sus simpatizantes. Uno de ellos fue César Montiglio, de los más criticados mientras la derrota con el "charro" era un común denominador en el "José Fierro". "Cómo sufrí por vos el domingo, Montiglio", le confesaba al carrilero una de las chicas del hockey, que aprovechó la oportunidad para sacarse una foto con él, con el hombre gol de Atlético, Luis Rodríguez y César More. "Monti" recibió unas palmadas, felicitaciones de la mesa de comensales del hockey y se fue a las duchas con una sonrisa mayor a la que había mostrado en 25 de Mayo y Chile el domingo.
Otro de los que no vivió la mejor noche del domingo fue Federico Almerares. Hubo una acción clave que falló. Tuvo el empate a los 39' del complemento y se lo comió. "Llegué a mi casa y vi la jugada cinco veces por la tele. No lo podía creer en ese momento", se sincera el delantero que falló en la puerta del arco de Giordano. Su intento terminó sin veneno en las manos del arquero visitante.
Hay una explicación al respecto. "El arquero salió a apurarme y la pelota me queda mal. Le di con la punta del botín. Una lástima, porque nos daba el empate y teníamos tiempo par remontar el partido", recrea su pesadilla el punta, antes de respirar aliviado.
"Por suerte se pudo ganar. Eso demuestra que este grupo está muy unido... Cuanto más unido estás, más cosas importantes te salen", asegura el ex River, quien no ve aquella maravilla que llevó su firma en el 5-2 a Defensa, en Florencio Varela, como una carga sobre su espalda. "No es una mochila. El fútbol es así. A veces hacés goles, otras veces los errás. Lo bueno es que me están quedando situaciones. Debo mejorar la definición".
Sed de revancha
La pifia ante Giordano le sigue picando cerca. La pelota sigue sin entrar. "Me quería morir. Me apuré y le di casi con la punta del botín -insiste-. Ojalá el sábado pueda entrar y traer los tres puntos de Junín. No importa cómo sean los goles", se ilusiona Almerares y guarda una declaración para el cierre: "trabajás toda la semana para tener una oportunidad así pero después la fallás. Qué bronca te da".
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