"Es preguntar a israelíes si quieren ser palestinos"

Timerman criticó el referéndum que en marzo realizarán los kelpers. El canciller de la Argentina se reunió con representantes de las Cámaras de los Lores y de los Comunes en el Reino Unido. Pro diálogo.

MITIN. Ante parlamentarios británicos, Timerman (a la izquierda) rechazó la autodeterminación de los isleños. REUTERS MITIN. Ante parlamentarios británicos, Timerman (a la izquierda) rechazó la autodeterminación de los isleños. REUTERS
06 Febrero 2013
LONDRES.- El canciller de Argentina, Héctor Timerman, remarcó que el encuentro con más de 20 parlamentarios británicos que mantuvo en Londres demostró que el diálogo es posible y necesario para resolver, en forma pacífica, la disputa por las islas Malvinas. "La Argentina trajo un mensaje al Reino Unido: con el diálogo se comprenden las situaciones y se pueden superar diferencias", afirmó.

El funcionario calificó de muy positiva la cita con representantes de las Cámaras de los Lores y Comunes. Del mitin también participaron la embajadora de nuestro país en el Reino Unido, Alicia Castro, y el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Daniel Filmus, y su homólogo de Diputados, Guillermo Carmona.

"El Gobierno argentino y el parlamento británico tenemos el mismo objetivo, disentimos en el resultado final del diálogo; pero demostramos que no sólo es posible, sino que es necesario", dijo el canciller. Explicó que los legisladores del Reino Unido aceptaron la invitación de sus pares argentinos para viajar a Buenos Aires y para continuar allí las conversaciones.

Timerman diferenció tal actitud de la del titular del Foreign Office (Ministerio del Exterior), William Hague: "se rehusó a reunirse conmigo de forma bilateral, tal como suelen hacer los cancilleres". Según el canciller argentino, Hague impuso la presencia de representantes de los isleños. Aun así, añadió que invitó a Hague a que visite Argentina. "Allí podrá apreciar la democracia, el respeto por los derechos humanos y por la diversidad de opiniones. Además podrá mantener reuniones conmigo y con cualquier grupo que desee, porque cuando viene un canciller a la Argentina no le imponemos condiciones", cuestionó Timerman.

El canciller aclaró que no se niega a dialogar con los habitantes de Malvinas, sino a que estos participen de una reunión de la que sólo deben participar los cancilleres: "somos los responsables de la política exterior de nuestros países y de resolver las disputas de soberanía de nuestros países".

El apellido de Hague surgió durante el encuentro en el Parlamento, ante la pregunta de un legislador que pidió que Argentina escuche a los habitantes de las islas en el referéndum sobre el estatus político que se realizará en marzo. Timerman se declaró en desacuerdo con tal referéndum; y expresó: "los ciudadanos británicos que están en Malvinas son representados por el canciller británico que está en Londres. Así se resuelven los asuntos bilaterales". Resaltó, además, que más de 40 resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) precisan que las negociaciones deben darse entre Argentina y el Reino Unido; y no reconocen una tercera parte.

Ante la pregunta sobre el principio de autodeterminación que reclaman los isleños, Timerman dijo que no corresponde su aplicación: "según la ONU, no son población nativa, sino que fue implantada tras la invasión inglesa de 1833".

Sin valor legal

A criterio del canciller, el referéndum que planean realizar los isleños el 10 y el 11 del mes que viene -para manifestar su voluntad de seguir siendo un territorio autónomo del Reino Unido- no tiene valor legal. "Se le pregunta a ciudadanos ingleses si quieren seguir siendo ciudadanos ingleses. En 1985, la ONU le dijo al Reino Unido que no iba a reconocer un referéndum de esta naturaleza. Tiene el espíritu de una campaña publicitaria, pero no tiene ningún efecto legal sobre la disputa de soberanía que hay entre Gran Bretaña y Argentina", afirmó. Agregó que las disputas de soberanía deben dirimirse entre países, y no entre grupos de habitantes y países.

E insistió, con otro ejemplo de tono más elevado. "La gente que vive en las islas son súbditos británicos, preguntarles si quieren ser británicos es como preguntarles a colonos (israelíes) si quieren ser israelíes o palestinos. No tiene sentido", dijo. (Télam-DyN-Reuter)

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