Ferro le empató sobre la hora a Atlético

El "decano" igualó 1 a 1 en Caballito. Rodríguez y Pereyra Díaz anotaron los goles.

SABOR A POCO. El empate privó a los tucumanos de escalar hasta los puestos de ascenso. LA GACETA / ARCHIVO SABOR A POCO. El empate privó a los tucumanos de escalar hasta los puestos de ascenso. LA GACETA / ARCHIVO
17 Febrero 2013
Poco a poco, sin hacer demasiado ruido, Atlético se fue arrimando. Y cuando todo hacía pensar que se iba a meter entre los puestos de ascenso, el "decano" se desinfló y dejó escapar la victoria en Caballito. Fue 1 a 1 ante Ferro, con goles de Luis Rodríguez y Jorge Pereyra Díaz.

Con una racha de 11 partidos sin derrotas, los "decanos" fueron trepando en la tabla y consolidándose como equipo. Con algunos puestos ya definidos, el entrenador Ricardo Rodríguez sabe de memoria la base de sus once titulares: Cristian Lucchetti; Agustín Peña, Líder Mármol, Deivis Barone y César More; Gonzalo Bustamante, Diego Calgaro, Diego Barrado y Gabriel Méndez; Luis Rodríguez y Enzo Maidana.

El primer tiempo fue discreto y mostró a un Atlético un poco replegado y sin demasiado dominio de la pelota. El "Pulguita" una vez más fue el más peligroso de los tucumanos. 

En el complemento, los tucumanos se adelantaron para jugar en el terreno de Ferro. Así llegó la apertura del marcador, después de un desborde de Barrado por la derecha, que con un centro atrás habilitó al "Pulguita". El goleador del campeonato definió con un derechazo cruzado al otro palo del arquero, para que la ilusión embargue a la hinchada "decana".

Pero con el correr de los minutos el equipo se fue quedando y desde el banco de suplentes prefirieron buscar oxígeno con hombres de marca. Frenar al mediocampo de Ferro fue la intención y por eso se explican los cambios: César Montiglio por Méndez y Leandro Collavini por Bustamante. Sin embargo, esto hizo retrocer aún más a los tucumanos, que cuando se cumplía el minuto 90 vieron a Pereyra Díaz marcar el empate con un zurdazo al primer palo de Lucchetti.

Con el resultado consumado no hubo tiempo para más nada. Los tucumanos se fueron con un punto que sirve, pero con la amargura de saber que dejaron dos, que los hubieran colocado dentro de los tres mejores, esos que el año que viene jugarán en Primera. LA GACETA

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