Francisco revoluciona Roma

La capital italiana despertó como si fuera un día de semana. El Angelus del Papa movilizó a miles de turistas hacia el Vaticano. Por José Názaro, enviado especial.

MOVILIZADOS. Una hora antes de que comenzara el Angelus, la plaza de San Pedro estaba colmada de fieles. REUTERS MOVILIZADOS. Una hora antes de que comenzara el Angelus, la plaza de San Pedro estaba colmada de fieles. REUTERS
17 Marzo 2013

ROMA, Italia.- Domingo a las 8 de la mañana. Las estaciones de subterráneo deberían haber sido un desierto. Pero no. Había que hacer colas para subir a los trenes y, en algunos casos, dejar pasar una formación porque ya no quedaba espacio en los vagones. Esta mañana, la línea A del metro de Roma trabajaba al ritmo de cualquier día de semana en horario pico. El destino de casi todos los pasajeros era el mismo: la estación Ottaviano, la más cercana a la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

Entrar a la explanada de la basílica tampoco fue tarea fácil; hubo que hacer colas desordenadas para pasar por los scanners donde controlaban que los asistentes no llevaran elementos peligrosos. Muchos tuvieron que dejar banderas y carteles porque los llevaban sostenidos por hierros o maderas, elementos prohibidos por el operativo de seguridad. Además, una hora antes del rezo del Angelus, la plaza ya estaba llena y miles de personas se quedaron afuera.

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En cuanto terminó la oración, fue tal la cantidad de personas que invadió la estación del metro Ottaviano, que directamente se liberó el acceso y los pasajeros pudieron viajar gratis. No hay dudas, Roma se ha rendido a los pies de Francisco. Y lo ha demostrado sacudiéndose la modorra de domingo invernal por la mañana para ir a aplaudirlo. LA GACETA

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